sexta-feira, 5 de junho de 2009

Prólogo a edição chinesa "Do terror à esperança: auge e decadência do neoliberalismo"

Hoje postamos a tradução para o espanhol do Prólogo da edição chinesa do livro Do terror à esperança: auge e decadência do neoliberalismo do professor Theotonio dos Santos, editado originalmente no Brasil em 2004 e agora na China pela Academia de Ciência Social. O prólogo feito a pedido da editora, vincula o contéudo do livro com a crise atual do capitalismo. Essa crise confirma as análises ali expressas pelo autor.


PRÓLOGO A LA EDICIÓN CHINA DE Del terror a la esperanza: auge y decadencia del neoliberalismo

THEOTONIO DOS SANTOS

LA TRILOGÍA SOBRE EL CAPITALISMO CONTEMPORANEO, LA CRISIS Y LA TEORÍA SOCIAL


En los últimos años me he dedicado cada vez más intensamente a la investigación de los problemas fundamentales de nuestros pueblos oprimidos por años de violencia, explotación y expropiación de su trabajo duro y extenuante.

No entiendo el rol de las ciencias sociales y del pensamiento crítico si no se propone a trabajar por la superación de estas condiciones de vida deplorables.
En los últimos 10 años me he dedicado a sistematizar los conocimientos que el pensamiento crítico pudo organizar sobre esta problemática, trabajo que se expresó en la trilogía que publiqué sobre las ciencias sociales y el mundo contemporáneo.
En primer lugar, publiqué el libro sobre La Teoría de la Dependencia: Balance y Perspectivas, editado en portugués por la Civilização Brasileira, en mandarín por la editora Documentación Académica de la Academia China de Ciencias Sociales y en español por la Editorial Plaza y Janés.

En este libro hago una reivindicación del esfuerzo del pensamiento latinoamericano que logró retirar del estrecho campo de las historias locales y nacionales los problemas del subdesarrollo y del desarrollo para situarlos en el plano de la historia universal. Después de nuestras investigaciones, el subdesarrollo no más podría ser tratado como una herencia de economías precapitalistas comunitarias y/o feudales sino como un resultado de la acumulación primitiva de capitales que dio origen a la moderna economía y sociedad capitalista.

La trata de esclavos, la explotación de los metales preciosos y de las especiarías de los trópicos, la explotación de los pueblos originarios y el gigantesco movimiento comercial con las colonias fueron elementos fundamentales en la acumulación de riquezas que permitió a Europa no solo subyugar gran parte de la humanidad sino también realizar los cambios que dieron origen a la revolución industrial que permitió convertir el capitalismo en un nuevo modo de producción, fundado en la explotación absoluta y relativa del trabajo “libre” o asalariado a través de la plusvalía.

Es profundamente perverso que las llamadas ciencias sociales se hayan dedicado a explicar a los pueblos colonizados, sometidos a estas condiciones deplorables, condiciones que resultaban de expansión mundial de la explotación del trabajo, cómo alcanzar las condiciones de vida obtenidas por los pueblos colonizadores sin las ventajas obtenidas por su pasado colonizador y su presente neo-colonial e imperialista.

Hemos desenmascarado este truco intelectual malvado al ligar el fenómeno del subdesarrollo a la dependencia estructural de nuestras economía, sociedad y cultura a la economía mundial capitalista.

Al demostrar las consecuencias negativas de nuestra sumisión a una división internacional del trabajo que entregaba las actividades económicas más lucrativas y más estratégicas a los centros del poder mundial, apuntamos el compromiso del capitalismo dependiente con los mecanismos de superexplotación, concentración del ingreso y exclusión socioeconómica, y definimos así el camino de nuestra liberación y emancipación.

En este libro mostramos también la repercusión internacional de este esfuerzo teórico latino americano en todos los continentes, inclusive en los países centrales, que llevó a una reformulación de los principios de las ciencias sociales con la crítica al euro centrismo y la elaboración de una nueva teoría sobre el surgimiento y desarrollo del capitalismo como sistema económico social a partir del concepto de sistema mundial.

Este cambio de las ciencias sociales abrió camino a una nueva aproximación de los fenómenos sociales y a un movimiento profundo de reforma de las ciencias sociales que se sintetizó en el informe de la Comisión Gulbenkian “Para Abrir las Ciencias Sociales”, coordinado por Inmanuel Wallerstein, en este entonces presidente de la Asociación Internacional de Sociología.

Por fin, hemos buscado demostrar cómo surgió en nuestra región una modalidad de sumisión a la dependencia a través de la reinserción de nuestro pensamiento en el cuadro de la modernización capitalista propuesta por el neoliberalismo. Este enfoque sirvió de base ideológica para la adhesión de amplios sectores de nuestra izquierda al proyecto neoliberal que tuvo su expresión más sofisticada en el gobierno de Fernando Henrique Cardoso en Brasil cuyo cuadro ideológico continúa se extendiendo hasta nuestro días.

En seguida me dediqué a estudiar más detalladamente esta economía mundial que nació con el capitalismo y que pasó por cambios fundamentales en nuestros días. En el segundo libro de mi trilogía (“Economía Mundial e Integración Regional Latinoamericana”), también editado por Plaza y Janés y en parte en portugués por ed. Vozes y en mandarín por la CASS, hago un balance de los cambios operados en la estructura económica y en el movimiento cíclico del capital en la fase contemporánea.

Pude demostrar en varios estudios sobre el tema como se abría una oportunidad para la integración latinoamericana, en la medida en que el proceso de regionalización era el camino inevitable de la globalización capitalista y obligaba las regiones culturalmente articuladas - como la América Latina y el Caribe - a integrarse para en parte defenderse de la globalización.

Por fin, llegamos al presente libro con el título “Del Terror a la Esperanza: Auge y Decadencia del Neoliberalismo”, editado en castellano por Monte Ávila, Caracas. Él plantea dos tesis centrales que creo ser una contribución importante al estudio de la etapa actual del capitalismo como sistema económico y como ideología.

La primera es la afirmación sobre la petición de principio del pensamiento teórico neoliberal. Este pretende volver a las primicias básicas del liberalismo, establecidas en el siglo XVIII. Pretende demostrar que el “libre” mercado es un producto de la naturaleza humana, fundada en la idea del individuo posesivo como plena expresión de la naturaleza humana. Además del contenido ideológico evidente de esta construcción teórica, ya demostrado por varios autores, ella entra en choque con el carácter monopolista y el desarrollado capitalismo de Estado que organizan el capitalismo contemporáneo. Si la hipótesis del libre mercado podría tener algún sentido práctico en el siglo XIX para imponer el dominio del capital sobre la economía mundial, en el siglo XX y más aún en el siglo XXI es una aberración inútil que entra en choque con los hechos cotidianos. De ahí el fracaso del neoliberalismo y del pensamiento único para inspirar políticas económicas coherentes.

En mi estudio de la práctica del neoliberalismo demuestro como las políticas económicas de inspiración neoliberal aumentaron el déficit público y por lo tanto la intervención del Estado en la economía (disminuyendo el gasto social pero aumentando de manera explosiva los gastos financieros y militares). Al mismo tiempo, los gobiernos neoliberales crearon déficits comerciales, de un lado, y superávits, del otro, que introdujeron un desequilibrio fantástico en la economía mundial.
Es evidente que estos desequilibrios fiscales y comerciales condujeron también a un desequilibrio monetario y una oscilación de las divisas internacionales completamente dependientes de las intervenciones estatales y de los juegos monopolistas y especulativos que ningún mercado “libre” puede ni de lejos regular.
La segunda tesis que presentamos en este libro se refiere a la relación entre los regímenes de fuerza, fascistas y para fascistas, con el dominio ideológico y político del neoliberalismo. No fue una coincidencia que el desmoralizado grupo de la Universidad de Chicago encontrase el primer gobierno que los insertó en el mundo económico real a través del régimen fascista de Augusto Pinochett en Chile, ni es menos verdad que los gobiernos de Thatcher y Reagan que los propagaron en todo el mundo se fundaron en violentas confrontaciones con el movimiento sindical de sus países.

Establecimos así en un cuidadoso análisis la correlación directa entre el terror de Estado y las políticas neoliberales que retiraron de los trabajadores derechos históricamente conquistados rebajando drásticamente sus sueldos al combinar represión estatal con represión económica a través de las recesiones, con su séquito de desempleo y desesperanza.

“Del Terror a la Esperanza: Auge y Decadencia del Neoliberalismo” contribuye así a una compresión significativa del período recesivo de la economía mundial entre 1967 a 1994, tema que analizamos en el cuadro de las ondas largas de Kondratiev, contribución teórica y econométrica del economista ruso cuya vigencia hemos restablecido en la década del 1970 junto con Ernest Mandel, André Gunder Frank, Christopher Freeman y tantos otros.

Nos cabe ahora avanzar en el análisis de la nueva fase de la economía capitalista mundial, en la cual entran en crisis definitiva las falsas soluciones impuestas en el período del auge neoliberal. Estos análisis ganaron una evidencia colosal con la crisis desatada en el segundo semestre de 2008. Ella demostró con enorme violencia algunas de las tesis de este libro:

1. Los desequilibrios generados por las políticas neoliberales arriba citados abrieron camino para un gigantesco sistema financiero sostenido por la creciente deuda pública, generada por el déficit fiscal permanente. Este sistema no puede mantenerse sin la transferencia colosal de recursos del sector productivo a un mundo económico financiero artificial realizada por el Estado. El capitalismo de Estado pasa a ser el sostén fundamental de este nuevo orden capitalista.
2. La crisis actual pone en manifiesto la necesidad del capitalismo actual de garantizar con billones de dólares de dinero público su funcionamiento. Aún no está claro cuánto la sociedad está dispuesta a sostener esta política estatal ocultada por el neoliberalismo hasta que tuvieron que explicitarla claramente cuando esos desequilibrios alcanzaron niveles intolerables para el modelo institucional existente.

3. La crisis actual tiene dos lados: en parte ella pone de manifiesto el fracaso de la famosa capacidad de equilibrio que se podría alcanzar por un “libre mercado” que no existe y jamás podría regular procesos tan fundamentales. Pero, por otro lado, un manejo mediático impresionante de la “crisis” permite confundir las personas para justificar la violenta y deficitaria intervención estatal para impedir “la crisis sistémica” que nos destruiría a todos.

4. En consecuencia se combate la crisis con los mismos mecanismos que la generaran. Se pretende que la intervención estatal y la regulación que faltaron en el reino neo liberal será sustituida por unas nuevas intervención y regulación a servicio del equilibrio anti-cíclico.

5. El anuncio de un déficit fiscal de 1 billón y 700 mil millones de dólares que prevé el presidente Obama para 2009 y la disminución de este déficit para cerca de 700 mil millones en 2013 podrá combinarse con una recuperación fuerte de la economía estadounidense. Es evidente que una recuperación fundada en estos mecanismos será restricta y vacilante profundizando la crisis de los Estados Unidos y de su moneda. El caso japonés en la década del 90 queda como referencia fundamental para los próximos 7 a 9 años. Y es bueno acordar que Japón consiguió bajar su moneda drásticamente desde 1996 y mantuvo una tasa de interés negativa en este período. Sin embargo no logró recuperar un crecimiento económico sostenido.

6. Es claro también que, mientras se mantiene este nuevo de “recuperación rasante” y a alto costo en la Tríade (EE.UU., Europa y Japón) las economías emergentes estarán en ascenso, apoyadas en la expansión de sus mercados internos a través de distribuciones del ingreso más o menos profundas como resultado de una ascensión creciente de los movimientos sociales y sus éxitos políticos más o menos importantes. En fase de transición se abrirán las puertas para experimentos políticos cada vez más creativos, hasta que una nueva fase negativa de los ciclos largos se convicta en hegemónica, llevando el capitalismo mundial y su dominio imperialista a una crisis de gravitad colosal. Esperemos que, de esta vez, el salto para soluciones económicas y sociales superiores, post-capitalistas, socialistas, sean suficientemente fuertes para inaugurar un nuevo sistema mundial, asentado en una civilización planetaria, plural, igualitaria y democrática.

7. Podemos esperar que los próximos 10 años serán de avanzo social y económico con mayor o menor avance político dependiendo de la conciencia de las fuerzas sociales emergentes y de la capacidad de sus liderazgos políticos de expresar y sintetizar sus necesidades y aspiraciones. Se refuerza así el rol del pensamiento social en la iluminación de los caminos a seguir. Creo que este libro y los demás de la trilogía podrán ayudar en esta tarea. Me gusta pensar que la vanguardia política de China pueda dialogar con mi esfuerzo teórico, como lo viene haciendo desde la traducción al mandarín de mi “Imperialismo y Dependencia” en 1992, seguida de 5 libros más.

Me propongo a dedicarme ahora, con varios compañeros, a formular las alternativas que se dibujan a través de gobiernos progresistas - que se formaron a partir de la decadencia del neoliberalismo - y, al mismo tiempo, a elaborar una nueva crítica de la economía política del mundo contemporáneo, trabajo teórico más abstracto pero muy necesario, que espero ofrecer al público lector muy pronto.

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