Theotonio Dos Santos Creador de la Teoría de la Dependencia
"Por presiones del establishment, Brasil dinamitó la integración"
Genaro Grasso 27 de Septiembre de 2015 | 12:00
El economista sostiene que los bancos y los medios forzaron a Dilma a frenar el proyecto latinoamericano.
Además advierte que desde los años '90 se ha conformado y alentado un sector financiero "inútil".
Theotonio
Dos Santos es coordinador de la cátedra UNESCO-ONU de Economía y
Desarrollo Sustentable, y uno de los creadores de la Teoría de la
Dependencia, de gran influencia en Brasil y todo Latinoamérica. En
una visita en Buenos Aires durante el Congreso de la Asociación de
Pensamiento Económico Latinoamericano (APEL) en la Universidad
Metropolitana de la Educación y el Trabajo (UMET), Dos Santos
conversó con Tiempo sobre el ajuste brasileño, su política
internacional y el destino de la integración regional.
–¿Cuáles
son las limitaciones de la economía brasileña que la impulsan al
ajuste?
– La
necesidad de un ajuste es más psicosocial que real. Nosotros no
tenemos grandes problemas económicos. Es totalmente falso eso. Es
verdad que disminuyeron nuestras exportaciones. En el último período
de (Fernando Henrique) Cardoso, exportábamos U$S 40 mil millones. En
tres años, pasamos a vender U$S 140 mil millones. Y Lula firmó un
documento con Cardoso en el que se comprometió a pagar unos U$S
35.000 millones de deudas con el FMI y otros organismos. Lula no sólo
pagó sino que le prestó al FMI U$S 10 mil millones. De U$S 260 mil
millones de exportaciones, que fue nuestro pico, volvimos a U$S 140
mil millones en este año.
–Es
una merma importante…
–Pero
con una acumulación de reservas de U$S 360 mil millones. No tiene
sentido que un país que tiene esas reservas crea que está sometido
a una crisis colosal y que tiene que hacer recortes.
–¿Y
cómo lo explica?
–Ahí
por 2013-2014, comenzó a haber presión desde la prensa
internacional de que EE UU iba a subir la tasa de interés y que eso
iba a generar un gran problema en Brasil. Pero nosotros no
necesitamos endeudarnos en dólares. No hay problemas de que suban
las tasas de interés, siguen entrando divisas, y además, nunca hubo
un aumento. Sin embargo, eso influyó en la visión del entorno de
Dilma para que tomara acciones preventivas por el aumento de tasas.
La oposición, los medios de comunicación y el sector financiero,
que es muy poderoso, presionaron para lograr una suba de la tasa de
interés, lo que incrementó los pagos de deudas y afectó el
superávit fiscal, y esto llevó al ajuste.
–Pero
el déficit empeoró y las previsiones de crecimiento también…
–Muchos
pueden decir que lo de Dilma fue un error de cálculo, pero si el
cálculo se basa en estimaciones del FMI, que raramente aciertan, es
algo ideológico. Son los "economistas" que están en el
Banco Central, son los "especialistas" que están en los
medios y dicen siempre las mismas cosas, los que asesoraron este
ajuste.
–¿Entonces
Dilma es permeable a las presiones de esos medios?
-El
problema es que la gente de izquierda también cree en eso. Y eso es
muy serio. Tenemos que cambiar profundamente las formas de entender
nuestros países de las juventudes, de los partidos y de las
izquierdas para crear un grupo de gente que ofrezca alternativas a lo
que está pasando, y no que reproduzcan lo que la prensa de derecha
dice. Por ejemplo, gente que, desde el Estado, asumió la dirección
de una empresa y que se preocupa por lo que dice un gran diario de
ella. ¡Ellos son los que les deberían explicar qué es lo que pasa,
y no al revés! Es un problema de dependencia ideológica.
–¿Hay
un condicionamiento exterior a los gobiernos latinoamericanos?
–Estados
Unidos creyó que podía armar una ofensiva fuerte de guerra
económica sobre algunos países de América Latina, como Venezuela,
para generar una crisis. Estas políticas crean un clima negativo,
junto con los medios de comunicación para atacar a los dirigentes
políticos. Sin embargo, no lograron ganar, ni en Venezuela ni en
Brasil, y en los dos países intentaron cuestionar el proceso
electoral, lo cual no tiene sentido, porque hasta los veedores
internacionales han destacado la transparencia.
–¿En
qué estado se encuentra la burguesía paulista?
–Ellos
están cerca de la destrucción por la tasa de interés alta y porque
no tienen una estrategia de reconstrucción de su infraestructura
para competir. Por otro lado, desde los '90 se ha alentado un sistema
financiero colosal e inútil. Una parte de la industria se ha montado
sobre ese sistema y se han convertido en verdaderas compañías
financieras, a través de, por ejemplo, la venta en cuotas. Los que
no pudieron, como los de maquinaria, se han opuesto a la política de
subas de intereses, saben que su potencial de expansión es América
Latina y África y piden relacionarse más con la región
–¿Cómo
es el estado de la integración regional? Brasil no fue la locomotora
que prometía…
–La
política que se encaró en un principio, con Celso Amorim y Samuel
Pinheiro Guimaraes y Marco Aurelio Garcia, era regionalista, era un
proyecto latinoamericano. Ellos conformaban un equipo de mucha
calidad y chocaron con buena parte de la diplomacia brasileña, el
sector financiero y los medios. Apostaron a la integración regional,
y tuvieron ataques de todo tipo. A veces los políticos contienen los
avances estratégicos en materia de relaciones exteriores para evitar
estos embates. Por eso el equipo fue apartado y remplazado por otro
enfoque de análisis, con mayor presencia de las relaciones hacia el
Norte, que dinamitó la integración regional. Esto es un retroceso
muy grande. Pero al mismo tiempo estos funcionarios le advierten a
Dilma que la FED va a subir las tasas y no las sube, que EE UU va a
ganar todas las guerras y no lo hace. Sus consejos no funcionan.
–¿En
algún momento va a haber una resistencia a este retroceso?
-Resistencia
ya hay dentro del PT. Se están buscando acuerdos para defender el
gobierno, porque fue elegido, pero al mismo tiempo criticar las
políticas domésticas e internacionales. La verdad es que la
oposición puso a Dilma contra la pared con la idea de sacarla. Ella
ha luchado mucho para romper esa presión. Con el pase de unos grupos
del gobierno a la oposición, se desestabilizó completamente el
Congreso. Dilma consiguió que el Supremo Tribunal no aceptara el
pedido de impeachment, por lo que ahora está recuperándose. En
algún momento va a haber un cambio en las políticas. Pero hay
sectores de la población que hoy apoyarían al PT, que no lo hacen
porque las políticas de Dilma los perjudican, y eso ralentiza el
cambio.
–¿Cómo
ve la inserción de China en América Latina? ¿Profundiza la
dependencia?
–La
condición de dependencia es muy seria, pero no depende de China.
Nosotros tuvimos una gran oportunidad en este período pero no la
supimos aprovechar. Yo advertí que China iba a ser un gran
demandante, de materias primas, pero también de industria de EE UU o
de Japón. Si nosotros hubiésemos tenido productos industriales,
podríamos exportarlos a China. El problema es nuestra dependencia,
que se reproduce en nuestra sociedad. La competitividad china viene
del gran desarrollo científico-tecnológico que ha desarrollado.
Además, en general el costo real de un producto es el 10%, el resto
es diseño, marketing, y los chinos no necesitan todo eso.
–¿Qué
cambió en América Latina desde que ustedes, en los '60, inventaron
la Teoría de la Dependencia?
–La
Teoría de la Dependencia tiene mucha vigencia porque no se ha
logrado transformar la matriz productiva o la cultural. Lo que pasó
es que se acentuaron los problemas porque la articulación de la
economía mundial y nuestra inserción en ella siguen siendo desde el
atraso y el subdesarrollo. Esto nos subordina a actividades
económicas que no tienen capacidad de expansión económica y nos
condena a una sobreexplotación de los trabajadores en general para
atender la demanda europea.
–¿Cómo
salimos de esa dependencia?
-Para
cambiar tenemos que tener una política de soberanía nacional
integrada con la región. Tenemos que tener una política regional de
compra y venta de bienes, y un poder de negociación conjunto para
negociar con China y con otros bloques. Si nosotros enviamos a China
empresarios a comerciar, hoy por hoy no saben qué hacer, y vamos a
vender lo que sabemos vender, que es productos primarios. «
"La
oposición defendió a los buitres"
–¿Qué
opina del caso de los fondos buitre contra la Argentina?
-Son
un sector que maneja un tipo criminal de utilización de situaciones
en las que la deuda está muy devaluada para después venderlos al
100%. Usan dos instrumentos: los litigios y el miedo, por un lado, y
por el otro, la corrupción. Eso pasó mucho en Brasil con las
privatizaciones. Muchos obtuvieron empresas privatizadas con títulos
que valían el 10% del precio original y el Estado les hacía valer
el 80% a través de sobornos. Pero esta vez están haciendo algo que
generó oposición dentro del propio sector financiero, porque
implica exceder toda jurisdicción y los derechos de los bonistas
para reclamar algo que no tiene sentido.
–¿Qué
opina de la respuesta del gobierno?
-El
gobierno argentino ha respondido muy bien. Y la oposición de derecha
se puso en una posición muy desagradable, de defender a unos
ladrones como son los buitres. Un taxista que me trajo se quejaba de
que la Argentina no quería pagar. ¿No se da cuenta de que es una
posición vendepatria? ¿Un país que no puede ni debe pagar, por
primera vez tiene una postura firme, y le reclama que paguen?
Científico
y promotor de la integración
Científico.
Theotonio Dos Santos es un reconocido científico social brasileño
que nació en Carangola, Minas Gerais, el 11 de noviembre de 1936. Es
profesor emérito de la Universidade Federal Fluminense (UFF)
Pensador brasileño. Se lo considera uno de los autores intelectuales
de la Teoría de la Dependencia, la periodización de las diversas
fases de la dependencia en la historia de la acumulación capitalista
mundial. Por la integración. Además, Dos Santos ha sido uno de los
principales promotores intelectuales de la integración
socioeconómica de America Latina.
Do Jornal Tiempo Argentino: http://tiempo.infonews.com/nota/188120/por-presiones-del-establishment-brasil-dinamito-la-integracion
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