Existe hoje em dia um mecanismo intelectual para desqualificar as denúncias sobre as constantes e colossais atividades secretas, em geral realizadas pelos órgãos de inteligência: classificá-las de “teoria conspirativa”. Mas não se trata de nenhuma teoria. Tratam-se de fatos conhecidos, em geral revelados pelas comissões de inquérito do congresso dos Estados Unidos, na sua dimensão interna, ou simples acontecimentos reproduzidos na imprensa internacional, ou ainda ações aceitas e justificadas pelos “intelectuais” defensores da ordem internacional existente, ou ainda testemunhos diretos e incontestáveis. Não vamos fazer um uma lista completa deles, como nosso querido Gregorio Selser conseguiu realizar sobre as intervenções dos Estados Unidos na América Latina (ver nossas referências ao seu livro neste blog), nem vamos discutir a vergonhosa polêmica atual sobre o assassinato do pretenso organizador do atentado ao World Center , na qual todos os lados da polêmica partem do princípio de que os Estados Unidos deviam assassinar sem nenhuma prova definitiva este seu antigo aliado. Nem vamos lembrar-nos das centenas de invasões ocorridas em 150 anos de expansão imperialista dos Estados Unidos. Nem vamos falar de suas articulações golpistas na região que chegaram a instituir ditaduras militares em quase todos os países do subcontinente latino americano. Vamos alertar nosso povo para as intervenções que estão se armando no momento atual. A Venezuela revolucionária foi objeto de intervenções impressionantemente abertas com cobertura da grande imprensa internacional. Luis Britto Garcia nos adverte sobre a perigosa intervenção que têm em marcha que passa pela sabotagem aberta e que talvez tenha se iniciado com o incêndio de uma usina petroleira. “Teoria da conspiração”? Ninguém esta fazendo teoria, Luis Britto está simplesmente articulando declarações de autoridades com fatos ainda não explicados. Ponham atenção nos mesmos.
Luis Britto García
CATÁSTROFE AVISADA NO MATA ELECCIONES
José Vicente Rangel informa en “Los Confidenciales” del domingo 22 de julio de 2012, que funcionarios de la embajada de Estados Unidos aseguraron a una encuestadora que la tendencia manifestada en los sondeos electorales cambiará “a partir de la ocurrencia de un evento extraordinario”.
Los directivos de Datanálisis y de Hinterlaces declaran que la victoria de Chávez sólo sería evitada por eventos "catastróficos, extraordinarios" que generaran "conmoción colectiva" (http://vargashoy.blogspot).
El 16 de agosto en el programa de Berenice Gómez en Radio Caracas Radio, la astróloga Aisha profetiza que ocurrirán "situaciones de disturbios, problemas con la educación, accidentes y explosiones, con electricidad, cables, petróleo, todo lo que tenga que ver con mares, plataformas marinas de extracción de petróleo, problemas con la pesca y contaminación".
Como por casualidad, el 25 de agosto ocurren en la refinería de Amuay “accidentes y explosiones”, evento “catastrófico” que los medios opositores quieren usar para revertir la tendencia de las encuestas.
En eso anda la gente pensante.
Sin ser brujos como los de la embajada ni adivinos como los encuestadores ni magos como los astrólogos, los ciudadanos podemos también prever y prevenir eventos extraordinarios.
Es previsible que una oposición que ya ha recurrido al golpe de Estado, al sabotaje petrolero, al cierre patronal, al apagón mediático y a la invasión paramilitar, ante la certidumbre de que perderá las elecciones intente impedirlas o deslegitimarlas, como ya lo ha hecho en varias oportunidades.
Se puede anticipar que para ello recurrirá a sabotajes y cortes de servicios públicos. A crímenes horrendos que invoquen el tema de la inseguridad. A rumores sobre desabastecimientos o escasez real por acaparamiento. A embustes sobre supuestas medidas políticas extremas. A denuncias de masacres inexistentes, como la falsa noticia de una supuesta matanza de yanomamis. A infiltración masiva de paramilitares desde las fronteras. A intentos de magnicidio contra candidatos. A interferencia en las comunicaciones. A la denuncia de fraude electoral, coreada por aparatos comunicacionales internos y externos y legitimable por decisiones de órganos jurisdiccionales foráneos como la Comisión y la Corte Interamericana de Derechos Humanos de la OEA.
A tales atentados, tales defensas. Contra sabotajes, vigilancia. Contra crímenes horrendos, acción policial eficaz. Contra rumores, información oportuna, veraz y objetiva. Contra interferencia informática, tecnología. Contra infiltración paramilitar, redada contundente, como la que desarticuló en 2004 la banda de magnicidas atrincherada en Daktari.
El intento de magnicidio bajo falsa bandera es la más probable de las estrategias, por lo que hay que ejercer una vigilancia extrema a favor de la vida de los candidatos.
También es de esperar la denuncia temeraria de fraude, que la oposición ha cursado en casi todos los comicios, particularmente en 2004 y 2006.
Tales eventos podrían servir de pretexto para el desencadenamiento de un nuevo de golpe de Estado o de una intervención externa.
Ante cualquiera de ellos, sólo cabe una movilización popular masiva, pacífica, contundente y a escala nacional. Fue el recurso que revirtió el golpe del 11 de abril, y el que revertirá cualquier tentativa terrorista de desestabilización.
Podría ser que paramilitares o terroristas intenten evitar esta movilización. Los cuerpos de defensa deben garantizar la vida de los ciudadanos que participen en ella.
Ya la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos de la OEA, que nada hizo ante el golpe de abril de 2012, anda ordenándole al gobierno venezolano que investigue una masacre de indígenas sobre la cual no hay pruebas y que según todas las informaciones jamás ocurrió.
Así como reivindica corruptos inhabilitados, declara inocentes a terroristas y delincuentes bancarios y toma por reales masacres imaginarias, bien podría sentenciar que es imaginaria una victoria electoral real.
Para evitar que la Comisión y la Corte Interamericana de los Derechos Humanos de la OEA culminen el golpe judicial de anular las elecciones, debemos notificarles de manera urgente, ya, hoy mismo, sin excusas, sin más tardanzas, sin inexplicables demoras, sin retardos injustificables, que desde el 10 de mayo nuestra Asamblea Nacional denunció la Convención que nos sometía a ellos.
¿O es que por no enviar un papel ya redactado vamos a sacrificar la voluntad popular?
Corte Interamericana denunciada no mata elecciones.
Consulte también:
Libros de Luis Britto en Internet:
Rajatabla: www.monteavila.gob.ve
Dictadura mediática en Venezuela: www.minci.gob.ve