El proceso chileno comandado por Salvador Allende abrió un camino importante para América Latina y para el mundo. Ahí se mostró cuanto se puede avanzar dentro de los límites de la democracia burguesa. Pero demostró también la violencia del capital cuando ve sus intereses amenazados. Hemos publicado recién en Venezuela una colección de nuestros escritos durante el proceso chileno bajo el título desafiador de Bendita Crisis, título de un artículo mío escrito en meados de 1972, poco tiempo antes del levante popular en contra del paro general decretado por los capitalistas que los trabajadores doblegaron con la toma de las empresas que ellos pusieron para trabajar. N seguida publiqué un articulo con el título “el gigante obrero” que se incluye en el libro. Desgraciadamente, no se aprovechó esta e otras coyunturas que exigían avances más duros frente a la contra-revolución burguesa que terminó utilizando el lema que Engels destacó al analizar la reacción de la burguesía francesa delante del avance revolucionario de la Comuna de Paris: “La legalidad nos mata”.
En mi libro rescaté el artículo en que mostrábamos esta dialéctica de la reforma democrática consecuente. En este mismo libro dedico una carta abierta al comandante Hugo Chávez que tan bien sabe utilizar la ofensiva y encorralar la burguesía en su propia salsa para cocinarla con el proceso de transición socialista mayoritariamente defendido por la gran mayoría de su pueblo. El intento de golpe de 2002 fracasó dramáticamente con la alianza de los sectores populares y las fuerzas armadas y dejó la burguesía aislada con su mundo liberal tomada por la masas. Mi libro se agotó en Venezuela en pocos meses. Aguardo una nueva edición para que pueda ser estudiado por la militancia revolucionaria de este país y como aliento para sus jornadas gloriosas.
Roberto Pizarro que participó junto con Orlando Caputo de los grandes cambios teóricos e analíticos con un libro que precedió el proceso chileno y que estuvo seriamente inscrito y ejecutado en el programa de la Unidad Popular junto con los aportes de la teoría de la dependencia, que fue director del CESO y en seguida decano de la Facultad de Economía Política que abría todo un campo teórico y analítico dialectico para analizar y ayudar el proceso chileno, nos escribe ahora llamando la atención para el seminario que armamos en el período y que fue publicado en varias lenguas, y me envía un artículo de elogio a Salvador Allende que merece ser leído con cuidado y atención pues rescata con orgullo el proceso chileno y su líder. Así deben ser recordados los días de ventura revolucionaria que la represión y el terror solo logra detener por períodos de horror impuestos por los dominadores en decadencia.