Mensagem de Carmen Bohorquez, historiadora, professora universitária, deputada por Maracaibo, Presidente da Rede de Intelectuais em Defesa da Humanidade, Membro da Comissão Presidencial de Comemoração dos 200 anos da Independencia da Venezuela.
Queridos hermanos y hermanas de Nuestra América y del mundo,
Abrumados por la gran cantidad de mensajes de aliento, de fuerza y de amor recibidos en los días previos a la gran cita histórica que vivimos los venezolanos y venezolanas este 7 de octubre, y más todavía por los sentimientos que se desbordaron una vez conocida la gran victoria del Comandante Chávez, que no es otra que la del pueblo bolivariano y revolucionario que junto a él construye este sueño colectivo de justicia e igualdad, quiero hacerles llegar, en nombre de ese mismo pueblo, nuestro más profundo agradecimiento por tan comprometidas manifestaciones de solidaria alegría por los resultados obtenidos.
Ustedes mejor que nosotros lo han expresado. No se trataba sólo de Venezuela, se trataba, como hace 200 años en Carabobo, de asumir con coraje la responsabilidad que nos ha tocado por la suerte de la Patria Grande en su conjunto. No podíamos fallarnos a nosotros mismos ni fallarles a ustedes y a los pueblos de Nuestra América y del mundo, que tienen cifradas tantas esperanzas en esta revolución bolivariana. Estábamos pues obligados a triunfar, so pena de que la historia no nos lo perdonara jamás. Sus mensajes de alegría y solidaridad nos dicen que no les quedamos mal, que supimos vencer las hidras imperiales de mil cabezas y avanzar en la afirmación de la dignidad y la soberanía de los pueblos, y, sobre todo, en dar un paso que era crucial para consolidar nuestra revolución y tratar de hacer irreversible la independencia definitiva de esta patria de Bolívar. Sin embargo, aún faltan muchos obstáculos por vencer y mucho todavía por construir, y en ese andar hacia la patria socialista libre, justa y soberana necesitamos que nos sigan acompañando con la misma esperanza, con la misma alegría, pero también con firme solidaridad ante las emboscadas del imperio y con honesta y leal crítica ante nuestras fallas u omisiones. Esta victoria es de todos y de todas. Sigamos construyendo con fuerza la gran patria de la humanidad, que es el Socialismo.
Gracias hermanos, gracias hermanas
Carmen Bohórquez