quinta-feira, 11 de outubro de 2012

Por uma teoria geral das economias de mercado

Chamo com muito vigor a atenção para a próxima publicação do último livro de José Valenzuela Feijóo pelo Banco Central da Venezuela. É revolucionário.
 
 
 PRÓLOGO
 
La ambición teórica no es una característica arraigada a la tradición intelectual latinoamericana. Sin embargo, en los últimos tiempos esa condición parece estar cambiando, pues cada vez se publican con mayor frecuencia propuestas teóricas más vigosrosas. Así, una erudición floja y ocasional, abre camino a trabajos rigurosos que buscan dar respuesta a cuestiones de evidente interés para nuestro destino como pueblos.
 
José Valenzuela Feijóo es uno de estos teóricos fundamentales y  ambiciosos, como deben ser  los hombres - y los pueblos – que  hacen historia. Karl Marx sintió la necesidad de pensar el modo de producción capitalista que emergió triunfante a inicios del siglo XIX, como un fenómeno históricamente delimitado. Por ello, con implacable solidez,  delimitó el tema de su investigación, que visaba esclarecer las posibilidades y los límites históricos de esa nueva modalidad de relaciones entre el hombre y la naturaleza, y de los hombres entre sí. De allí nació ese tratado fundamental del conocimiento humano que es la crítica de la economía política, donde los tres volúmenes de El Capital constituyen apenas un primer libro, puesto que el propio autor anunció la preparación de otros cinco más,  con la intención de desarrollar el conocimiento dialéctico puro de la renta, el trabajo, el Estado, el Comercio exterior entre los estados y, finalmente, la economía mundial y los ciclos económicos.
 
Marx tenía conciencia de los límites de su genial programa de investigación, que no pudo terminar y que ninguno de sus discípulos pretendió continuar. Con todo, quedaron por definir aspectos inherentes al modo de producción que debía suceder al sistema de producción capitalista, teniendo en cuenta que para su época eran muy escasas las experiencias sobre las formas de organización de los trabajadores, y de sus prácticas en el ejercicio del poder.
 
Atrás quedaba la vasta historia mundial de la que occidente se apropió, pretendiendo ignorar las civilizaciones que antecedieron a la modernidad. Pese a la gran contribución de Engels, quien intentó captar los momentos esenciales de su origen, persistió un enorme vacío entre el mundo occidental y las más importantes civilizaciones creadas por la humanidad. En la actualidad, se conocen con mayor profundidad buena parte de ellas. Hace apenas 17 años una brillante arqueóloga peruana descubrió, y nos hizo descubrir junto a ella y sus heroicos compañeros de trabajo, la tercera civilización más antigua de la historia: Caral, situada al norte de Perú, al lado del océano Pacífico, en el hemisferio sur. Con sus 5.000 años de historia, Caral constituye una civilización sumamente desarrollada, que ha promovido descubrimientos científicos importantísimos, y cuenta con una arquitectura y un planeamiento urbano impresionantes, aparte de muchas otras revelaciones. La importancia de este descubrimiento revela el grado de ignorancia que tenemos de nuestro pasado  la dificultad de clasificarlo en su origen  en sus implicaciones actuales y futuras.  
 
Ligado a este punto, se manifiesta un fenómeno que ha estado presente desde la antigüedad hasta nuestros días, tal es la presencia de las relaciones mercantiles, de carácter incipiente cuando surgieron las primeras civilizaciones, pero plenas, desarrolladas y dominantes, bajo el imperio del capitalismo decimonónico. E, igualmente, patentes hoy en día cuando la humanidad busca crear un nuevo modo de producción, en el que las formas de intercambio fundamentales estén sujetas a las necesidades humanas, y no a un intercambio de tipo mercantil, inconsciente y anárquico, entre productores pseudo-independientes guiados por el lucro.
 
En consecuencia, queda abierto el campo para un esfuerzo teórico colosal, al cual se ha dedicado José Valenzuela. ¿Es posible una Teoría General de las Economías de Mercado, que abarcan algunos milenios de la historia y pretenden  resistir varios siglos más antes de ser sometidas a las leyes de la propiedad colectiva y del planeamiento social? El autor llama al análisis de este problema y plantea preguntas como: ¿qué son y cómo se  mueven las Economías de Mercado?, ¿en qué consiste su dinámica estructural?, ¿cuáles son las condiciones de su desaparición?
 
De este modo, el Libro Primero busca establecer las estructuras de base de las Economías de Mercado, al tiempo que examina las relaciones de propiedad que operan como fundamento  de  la producción mercantil; la división social del trabajo; las unidades económicas y su peculiar relacionamiento por la vía del mercado; la circulación y los rasgos (aparentes y sustantivos) que tipifican a los agentes mercantiles; las formas del trabajo (privado y social, concreto y abstracto, individual y socialmente necesario);  la circulación simple y ampliada; el intercambio en base al valor; el dinero, los precios, las transferencias del valor, la regulación económica inherente al mercado, la  fetichización; hasta finalmente desembocar en un capítulo que sintetiza y articula, en términos lógicos y dialécticos, el sistema de categorías básicas de la economía mercantil. Se resume allí un cuidadoso y sugerente análisis de categorías que, siendo centrales, suelen revisarse con descuido. Por mi parte, destaco el enfoque anti-escolástico y el permanente diálogo con la realidad que orientan este fino trabajo.
 
Seguidamente, el Libro Segundo examina el funcionamiento y la dinámica del sistema, de allí que comience con un replanteamiento novedoso, y muy fecundo, de la ley del valor. Esta versión sirve como hilo conductor a toda la dinámica estructural que se aborda en esa parte de la investigación. Dicho movimiento se corona  con el análisis de la economía  monopólica contemporánea, la cual se entiende como fase superior y a la vez final, pues anuncia o pre-anuncia la eventual disolución de la misma ley del valor. Luego, en la tercera parte, el lector se topará con un capítulo extremadamente creativo: la disolución de las economías de mercado.
 
La presente obra se inscribe en el campo de la teoría económica y social (o sea, de la Economía Política en el sentido marxista), y no se adhiere a la categoría historiográfica-descriptiva; pero como opera con “abstracciones históricamente delimitadas”, proporciona también las bases de la dinámica más estructural del fenómeno.
 
Son casi 900 páginas corridas, apretadas y densas, que quizá pocos se atreverán a leer en toda su extensión. Pero yo lo recomiendo, y no solo una vez, dado que es preciso releer y estudiar muchas veces esta atrevida y honda aventura intelectual, profundamente enraizada en los grandes problemas de nuestro tiempo.      
 
 
Theotonio dos Santos

Busca