Queridos amigos:
Les deseo un fantástico 2013, cuando las luchas de nuestros pueblos por su emancipación del poder imperial abrirá camino para la emancipación social. Que bueno vivir lo suficiente para participar de estas luchas de ideas y de prácticas.
El Manifiesto de los ex-presidentes de la Asociación Latinoamericana de Sociología (ALAS) con el cual Theotonio colaboró queda como nuestro mensaje personal de Año Nuevo a todos Ustedes.
Theotonio Dos Santos y Monica Bruckmann
PROA CON ALAS A LAS CIENCIAS SOCIALES.
ALAS: POR UNA PLATAFORMA INTELECTUAL DE LA PATRIA GRANDE
Al pie del pórtico 2013 Año congresista
Mensaje de Ex Presidentes ALAS
“Niemeyer decía que las personas tienen que soñar, sino, las cosas no suceden. Nosotros, que tenemos el sueño de una América Latina desarrollada, con oportunidades iguales y una sociedad democrática pacífica, sabemos el valor de nuestro sueño y de la integración latinoamericana”, Dilma Roussef, Reunión Mercosur, 7 de diciembre de 2012
Hace mucho tiempo que las Américas dieron origen a una de las primeras civilizaciones que crearían la Humanidad contemporánea. Recién descubierta, la preciosa civilización que tomó el nombre de “Caral”, se reveló francamente extraordinaria: por la dimensión espectacular de sus construcciones, por su belleza y por sus avances tecnológicos que permitieron avanzar hacia una técnica de construcción anti-sísmica cuya concepción supera la tecnología actual, su desarrollo agrícola que permitió producir semillas de algodón de varios colores a través de la modificación genética, sus concepciones de una colaboración de géneros inexplicable, así como la ausencia de fortificaciones que caracterizaron las demás civilizaciones conocidas, por la belleza de su plan urbanístico, mas sobre todo por haber sobrevivido cinco mil años, invisibles a los ojos de los dominadores, pero veneradas por los pueblos originarios que desarrollaron alcances tales como la lengua quichua cuyas formas pre-quichuas ya estaban presentes. Como también estuvieron ocultas tantos años por los invasores europeos. Madre de la fantástica colonización de todo un continente Caral que se convierte a su vez se convierte en un símbolo de nuestra identidad histórica, a la cual se sumaron la mezcla de cristianos, musulmanes y judíos que formaron las culturas ibéricas, o de los pueblos de la África Negra que crearon esta realidad humana impresionante de lo afro-americano.
Al final, después de luchas por años en búsqueda de nuestra hermandad, tan combatida por nuestros enemigos históricos, por fin caminamos en la dirección de nuestra unidad estratégica económica, política y cultural. Como lo habíamos planteado a fines de los 80, cuando conseguimos crear el Pacto de unidad contra la invasión de la Nicaragua revolucionaria. Hablábamos, entonces, de una creciente densidad diplomática de la región. Finalmente, en 1991, los Presidentes y Jefes de Estado de la América Ibérica pudieron reunirse en magnitud de renovación histórica de aquellos albores independistas, colocando un frente a la interdicción estadounidense esgrimido en oposición al latinoamericanismo en nombre del panamericanismo. Es verdad que necesitamos el subterfugio de la participación de España (con su arcaica figura de un Rey que se atrevió incluso a intentar impedir que un Presidente electo de un país latinoamericano hablara, y ser obligado a escuchar su respuesta ocultada en general por la prensa oficial internacional: ya no existe el imperio español hace doscientos años, ni tenemos monarcas en América Latina) y de Portugal, con la anuencia de la Comunidad Europea en formación.
Cuánto avanzamos en estos veinte años, cuando no solamente realizamos reuniones de todos los presidentes de la región, sino que integramos los caribeños y estamos formando una Comunidad de los Estados Latino Americanos y Caribeños (CELAC) y ya avanzamos muy claramente en la creación de una Comunidad Sudamericana (UNASUR) que no solamente se institucionaliza con varios consejos sectoriales en pleno funcionamiento pero también otorga a su Secretaría General la tarea de crear las bases para integrar estos varios Consejos Ministeriales a través de una estrategia común que sería el embrión de la propuesta para ALAS de crear una plataforma intelectual común de toda la región (a través de UNASUR y CELAC).
Nuestros Presidentes y Jefes de Estado no son más tímidos dirigentes locales con temor a actuar de manera común. Son hoy día impulsores de nuestra unidad (inclusive Jefes de Estado conservadores participan de manera entusiasta de las reuniones regionales). Tal es la fuerza de la idea de nuestra unidad. Claro que este sentimiento encuentra una sólida base histórica en figuras fundamentales que forman nuestra experiencia intelectual común. Y encuentra también una amplia elaboración teórica, práctica, política, emocional que nos cabe rescatar para fortificar esta tarea gigantesca que cabe a nuestra generación preparar para nuestros hijos y nietos. Esta es la tarea que nos comprometemos a abrazar con la Asociación Latinoamericana de Sociología (sin olvidar nunca nuestros compañeros caribeños).
Cabe a esta Plataforma crear las condiciones fundamentales para formar una masa crítica de estudios, investigaciones, reflexiones y proyectos que ayuden a avanzar en la unidad regional, movilizando, además de los sociólogos que pertenecen a ALAS, científicos sociales en general, técnicos y comunicadores – además de instituciones públicas y privadas que apoyan este objetivo común.
La sociología y las ciencias sociales enfrentan un desafío intelectual mayor: reconocer y enriquecer la centralidad de un nuevo paradigma social (González Casanova: las Nuevas Ciencias Sociales) que contribuya a terminar con las desigualdades (Dos Santos); con la exclusión; con todas las formas de colonización del poder (Quijano); la discriminación, opresión, racismo, o patriarcados; con la depredación ambiental; con las guerras, el intevencionismo extranjero, la militarización (Suárez, Gandásegui) y el Estado Policial (Tavares); con la violencia cotidiana, la del crimen organizado, la de los poderes fácticos del dinero y de las ideologías de muerte. Un paradigma de la transformación social que reconozca el potencial creativo de las acciones colectivas para vivir mejor juntos (Camacho), para darle talla y dimensiones propias al mundo de las instituciones públicas, para construir el Estado como el “Novísimo Movimiento Social” (Boaventura de Sousa Santos) y a la democracia como el espacio de participación ciudadana y de las personas, donde se reúnen sueños, utopías y voluntades intersubjetivas, opuestas a la Democracia S.A. (Sheldon S. Wolin) que impone el poder del mercado desde el utilitarismo extremo (Paulo Henrique Martins).
Desde América Latina se reinventan cotidianamente experiencias sociales innovadoras (Bialakowsky) que nutren al nuevo paradigma social: los principios y el Estado del Buen Vivir, que recogen y amplían las herencias del mundo andino; crece el debate sobre los Derechos de la Naturaleza (Evo Morales: el Día Mundial de la Pacha Mama; Rafael Correa: sus propuestas en Río +20; José Mujica: su llamado al desarrollo sustentable autónomo), para terminar con la división artificial entre naturaleza y sociedad, entre crecimiento y desarrollo económico, entre sujeto e historia profunda. Desde las resistencias contra el capitalismo depredador y su fase (neo)extractivista (Jorge Rojas), crece la esperanza en otro mundo, otra democracia. A pesar de insuficiencias y conflictos internos, ya son más de dos décadas de intentos por (re)fundar la comunidad sociopolítica en nuestra región (Sader). El Estado nacional democrático, con agenda social incluyente y redistributiva recobra vigor. Las elecciones presidenciales en Venezuela y regionales en ese país y en Brasil, constatan límites pero también potencialidades de los procesos electorales. A pesar del fuerte contraste, las elecciones presidenciales mexicanas vieron crecer a esa sociedad que busca otra democracia Ya, como fuerza opositora organizada (Raquel Sosa), como los jóvenes de #YoSoy132, que al igual que los jóvenes chilenos, o los de Quebec, demandan educación pública de calidad, y respuestas en políticas públicas incluyentes y universales dirigidas a los y las jóvenes.
El Sur Global (Giovanni Arrighi) se nutre de nuevos vínculos sur-sur. América Latina contribuye en varios frentes. El Foro Social Mundial, iniciado en Porto Alegre, Brasil, cobrará nuevos bríos este 2013 en Túnez, donde convergerán los actores sociales de la Primavera Árabe, los Indignados del mundo, Occupy Wall Street y una amplia gama de movimientos sociales emancipadores activos en todos los continentes. El bloque BRICS retoma las propuestas de una nueva arquitectura financiera internacional, un Banco del Sur y formatos de cooperación complementarios a la integración comercial, que nacieron y están presentes en la UNASUR, la ALBA y el pensamiento socioeconómico crítico latinoamericano. Además de esa integración autónoma que crece bajo el impulso intergubernamental, las organizaciones sociales dan vida a proyectos supranacionales que refuerzan la autonomía de la región: la Cumbre de los Pueblos, junto con la CELAC, se oponen al proyecto (neo)panamericanista de la VI Cumbre de las Américas, en Cartagena de Indias, 12 a 14 de abril de 2012, por excluir a Cuba de esas cumbres, por rechazar la soberanía sobre las Malvinas de Argentina y contra las estrategias militaristas en el combate al narcotráfico unilateralmente definidas por Estados Unidos. El 30 de noviembre pasado, la VI Cumbre de Jefas y Jefes de Estado de UNASUR afirmó una estrategia regional orientada al pleno aprovechamiento de los recursos naturales para el desarrollo integral de América del Sur. Mientras que la Cumbre Social del MERCOSUR, enfatizó en su declaración del 6 de diciembre de 2012, la necesidad de fortalecer la agenda social y de la participación ciudadana en el Mercosur, así como expresó su solidaridad con los pueblos de Honduras, Haití y Paraguay, en su lucha por restablecer la democracia. El tema de la paz y las negociaciones frente a los conflictos armados, también dio luces esperanzadoras. Con el lema “Por una paz más allá de las negociaciones entre los armados”, y “Cuenten con nosotros para la Paz, no para la guerra”, la Organización Nacional Indígena de Colombia presentó el 12 de diciembre pasado los planteamientos que en materia de tierras y desarrollo rural vienen reclamando los pueblos indígenas del país (ALAI, 12 de diciembre de 2012).
Ante el declive de la hegemonía estadounidense, la crisis financiera que debilita a la Unión Europea y el surgimiento de rivalidades inter-hegemónicas, hay una nueva geopolítica asiática, que atraviesa y divide nuestra región; sin embargo, avanzan prácticas socio-espaciales autónomas a la escala latinoamericana, desde lo intergubernamental y desde lo social, las cuales se expresan en tendencias encontradas: el eje UNASUR-MERCOSUR-ALBA, con propuestas de corte “postneoliberal” y en otro extremo la integración transpacífica, que comanda Estados Unidos mediante su Asociación Transpacífico (TPP por sus siglas en inglés) que a partir de septiembre de 2012, inició la 14ª ronda de negociaciones. Nueve países que bordean el océano Pacífico Participan en estas negociaciones: Estados Unidos, Perú, Chile, Australia, Nueva Zelandia, Brunei, Malasia, Singapur y Vietnam. Desde la última ronda, se aceptó el ingreso de los otros dos socios del Tratado de Libre Comercio de América del Norte -Canadá y México-, con lo cual el TPP podría convertirse en una especie de TLCAN ampliado y reforzado, más cercano de la vieja figura del ALCA. Frente al resurgimiento del (neo)panamericanismo, América Latina y el Caribe refuerzan sus instancias de integración autónoma. Un imaginario social abierto a su diversidad desde la interculturalidad y la profundización de sus esperanzas emancipadoras.
“En la actualidad nos enfrentamos a un gran desafío y oportunidad. Todo indica que grupos de países desarrollados van en declinación... Es verdad que experimentan grandes dificultades de carácter estructural, no puramente coyuntural... En cambio, en América Latina existen signos de avances y de esperanzas de cambios. Pero en el pasado también hubo oportunidades, corrieron vientos favorables incluso para grandes reformas. Es problema de fondo saber aprovecharlas para mejorar las condiciones de vida de la población… y para proteger la biodiversidad… la propia naturaleza necesita de la naturaleza para sobrevivir a la barbarie capitalista. En este sentido, ALAS se ha transformado en el mejor medio intelectual y político no solo para denunciar lo que sucede, sino que sobre todo para reflexionar sobre el acontecer y buscar soluciones a los graves problemas que afectan a nuestros países. Sin reflexión crítica no hay posible solución. Probablemente nos falta más acción o desarrollar iniciativas que acerquen la reflexión teórica a la praxis.” Jorge Rojas, 24 de diciembre de 2012.
Con motivo de ese inicio año nuevo congresista de ALAS, expresamos a las y los colegas de la Asociación Latinoamericana de Sociología, ALAS, con este primer ensayo colectivo de reflexión sobre la delicada misión de los científicos sociales frente a los problemas de nuestros pueblos, porque existe una estrecha relación entre los procesos sociales y el quehacer científico. América Latina llega al año 2013 sumida en unas fuertes contradicciones entre optimistas pronósticos macroeconómicos, integración de bloques regionales como se sintetizó, a la vez que remergencias populares, expresada incluso por movimientos políticos gubernamentales, otros luchan por conseguirlo, en otros y surge de la agudización de las desigualdades y la injusticia social. Quienes encarnamos praxis en las Ciencias Sociales y la Sociología en particular, no podemos permanecer indiferentes. La objetividad que exige nuestro quehacer científico no debe confundirse con la neutralidad. El imperativo es la más estricta objetividad científica dentro del más firme compromiso. Ni confundir el análisis riguroso con la arenga, ni marginarse de los problemas sociales tras una imposible neutralidad. En nuestra modesta opinión, esa es el imperativo ético que nos desafía en las tareas que ejecutemos en el 2013, año que sean como nunca fecundas realizaciones para ALAS y para cada una y uno de sus miembros.
“Hemos que fortalecer nuestra relación con los movimientos sociales actualizando la importancia del “hacer científico”. Sin embargo, hemos igualmente que prepararnos para nuevos desafíos como por ejemplo la importancia de avance de la crítica teórica para el entendimiento de los impactos planetarios. Hemos igualmente que repensar los fundamentos de la participación democrática que está se agotando y se atrofiando en muchos países latinoamericanos bajo presiones de fuerzas conservadoras y antidemocráticas. En fin, la crisis no está allá, en el otro lado del océano, pero aquí, muy cercana de nosotros. Por eso, tenemos una caminada importante en 2013 y la elección de la crisis como tema central de la convocatoria del XXIX Congreso es fundamental para centralizar y organizar estas importantes discusiones.
Deseamos en estos días de pasaje de calendario ayude a aclarar nuestros ethos científicos fortaleciendo nuestro compromiso moral y político con un mundo más justo y solidario” Paulo Henrique Martins, Presidente ALAS, 21 de diciembre de 2012
“Nuestras tareas son numerosas, pero estamos convencidos que nuestro compromiso moral y afectivo con ALAS constituye un recurso decisivo para asegurar la superación de nuestros desafíos. En estos momentos, más que nunca, precisamos estar juntos, compartir nuestras competencias científicas, solidaridades profesionales y compromisos éticos, para aportar alternativas viables que inspiren a los movimientos sociales y culturales y a los gobiernos democráticos para la implementación de políticas que contribuyan a reorientar positivamente los rumbos de la globalización planetaria…
Continuamos la marcha para Chile 2013!”
Paulo Henrique Martins, Presidente ALAS,
Marcelo Arnold-Chatalifaud, Vice-Presidente ALAS,
18 de diciembre de 2012.
Con fraternales abrazos y los mejores deseos de fraternales felicidades para este nuevo año, que ya nos encuentra en marcha mancomunada con ALAS,
Aníbal Quijano Obregón, Pablo González Casanova, Daniel Camacho Monge, Marco A. Gandásegui, Theotonio Dos Santos, Raquel Sosa Elízaga, Emir Sader, Eduardo Aquevedo Soto, Eduardo Velásquez, Jordán Rosas Valdivia, José Vicente Tavares dos Santos, Jaime A. Preciado Coronado, Alberto L. Bialakowsky