segunda-feira, 20 de maio de 2013

MONICA BRUCKMANN CONTINUA DIVULGANDO EM TODO O CONTINENTE SUAS PESQUISAS SOBRE A GEOPOLÍTICA DOS RECURSOS NATURAIS E A INTEGRAÇÃO DA AMÉRICA LATINA.


Entrevista

Mónica Bruckmann: ‘Hay que elaborar políticas regionales de gestión científica’

Mónica Bruckmann: ‘Hay que elaborar políticas regionales de gestión científica’
Experta en la gestión de los recursos naturales para Sudamérica, Mónica Bruckmann ha colaborado activamente en la elaboración del Plan Nacional para el Buen Vivir 2013-2017, en el apartado de sectores estratégicos. Bruckmann realizó un estudio detallado de la situación de dichos sectores en el Ecuador, y plantea que el gran salto para el país parte de direccionar los esfuerzos nacionales a la transformación tecnológica y productiva de estos sectores, potenciando las condiciones de negociación, y la gestión estratégica de las reservas naturales, como elementos para pactar adecuadamente con las empresas multinacionales la transformación de los mismos en América Latina y el Caribe.

Su visión parte de la apropiación soberana en la gestión de los recursos naturales como un elemento central para elevar el nivel de vida de la población en su conjunto, ¿cómo empatar la noción de desarrollo con la de explotación de recursos naturales?
Históricamente nuestra región ha sido exportadora de materias primas con bajo o ningún nivel de valor agregado. La forma en la que América Latina se insertó en la economía mundial estuvo articulada con procesos de acumulación económica de los centros más dinámicos de la economía mundial, y en gran medida, esto se llevó a cabo a través de alianzas profundas de las oligarquías nacionales de cada uno de nuestros países. En ese sentido, estamos en un momento histórico en el que los pueblos y los Estados asumen una conciencia más clara de que esta gran fortaleza que representan las enormes reservas de recursos naturales, consideradas estratégicas por su uso en la producción mundial, son un elemento fundamental para redefinir los proyectos de desarrollo en la región y los procesos de cambio de la matriz productiva; procesos volcados, ya no para las necesidades de acumulación de los centros hegemónicos del poder mundial, sino, sobre todo, para el desarrollo de las economías nacionales y regionales.

Los recursos naturales no renovables tienen límites físicos, se agotan, ¿cómo ajustar esta realidad natural con un desarrollo que sea sostenible?
Un primer elemento de análisis consiste en reconocer que el mundo, hace ya varias décadas, avanzó en la declaración de la propiedad soberana de los pueblos sobre sus recursos naturales. La declaración 1803 de las Naciones Unidas, promulgada en 1962, establecía esto con toda claridad. En ese sentido, los Estados tienen las condiciones legales reconocidas por las convenciones internacionales para gestionar soberanamente sus recursos desde el punto de vista económico, científico, político y social.
Las convenciones han establecido un cuerpo normativo fuerte, pero en nuestros países ha surgido una pérdida creciente de esta gestión soberana de los recursos naturales. A su vez, los recursos que tenemos son renovables, pero en su mayoría, los minerales metálicos, los fósiles, son no renovables. Por lo tanto, estamos en un momento en el que hay que rediscutir sobre la explotación y la extracción de los recursos no renovables: a servicio de quién estará y bajo qué concepción se los administrará.

¿Y qué pasa con los recursos renovables?
Están en grave peligro también, por el nivel de contaminación y de pérdida de los mismos: pérdida de diversidad biológica, contaminación de las aguas, tala de bosques, etc. Considero que, de un lado, la región avanza en la necesidad de agregar valor a estos recursos, sobre todo a las exportaciones, pues tienen que alimentar a todo un mercado regional creciente que está demandando recursos industriales. Aquello significa elaborar políticas nacionales y regionales de gestión científica de los mismos, porque ningún proyecto de industrialización garantiza su soberanía a un mediano y largo plazo, si no se avanza en la creación de ciencia y tecnología, que es el sustrato para estas políticas de industrialización.

Usted está participando en la elaboración del Plan Nacional para el Buen Vivir 2013-2017, en el apartado de sectores estratégicos y recursos naturales, ¿cuál es su perspectiva en torno al actual manejo de esos sectores y cuáles fueron sus recomendaciones para el plan?
En primer lugar, Ecuador está avanzando muy seriamente hacia la creación de instrumentos básicos de planificación. Creo que uno de los proyectos más importantes que tiene el país en el área de los recursos naturales es el proyecto del Servicio Geológico Ecuatoriano, que es capaz de avanzar en un proceso de generación de los catastros nacionales, para así verificar las reservas que el territorio tiene en relación a los recursos que produce.
Si vemos los datos en esta área, Ecuador produce 0,5% del oro a nivel mundial, y entre el 2% y 3% de plata. Sin embargo, no tenemos registros de las reservas de estos minerales, es decir, estamos produciendo, pero no sabemos cuánta cantidad existe de esos recursos. Entonces, es necesario hacer un inventario de recursos minerales metálicos. En el caso ecuatoriano, es una de las tareas más importantes que permitirá planificar la producción en el corto, mediano y largo plazo.

¿Cuáles son los riesgos inmediatos de no contar con esos registros?
Lo que puede ocurrir es que produces a un ritmo tal, que agotas tus reservas de recursos no renovables. Entonces, avanzas en procesos drásticos de drenaje y pérdida de reservas, y tu horizonte de producción baja mucho. Por ello, eso es importante contar con instrumentos para planificar estos sectores estratégicos y en el caso del Ecuador, hacer el levantamiento de información de los minerales metálicos es muy importante.
Otro de los aspectos relevantes es que en el Plan Nacional del Buen Vivir se establece como sector estratégico al desarrollo científico, tecnológico y, particularmente, en el área de la biodiversidad. Los datos muestran que el Ecuador tiene el mismo índice de diversidad biológica que Brasil, teniendo menos del 4% de su superficie territorial. Brasil y Ecuador tienen la mayor concentración de biodiversidad en América del Sur, y son de los países que poseen el más alto índice de diversidad biológica por hectárea en el mundo. Además, en el caso ecuatoriano está Galápagos, que representa un banco genético importantísimo.

¿Por qué este es un sector estratégico para el desarrollo?
En este momento, si consideramos que lo más avanzado que la humanidad produce en desarrollo científico y tecnológico está ligado al conocimiento más profundo de la naturaleza y de la vida, con el estudio del genoma, con el estudio del campo inmenso que significa la biotecnología, creemos que Ecuador tiene en este sentido, un espacio estratégico que desarrollar y está caminando en la dirección correcta cuando por ejemplo, desarrolla un proyecto tan importante como la Ciudad del Conocimiento o Yachay. Esto no es de importancia menor, porque tal vez sea de los proyectos más avanzados que tenemos en la región.

Otro de los recursos estratégicos es la tierra, ¿cuál es su observación respecto al manejo agrícola en el país?
Creo que en el caso de Ecuador, como en los demás países andinos, tenemos una particularidad importante y que hay que tenerla en cuenta de manera muy seria: somos herederos de formas de organización comunitaria de larga duración. Es decir, la producción comunitaria fue parte de la organización económica y social de nuestros pueblos hace 5.000 años y este es un elemento para considerar en cualquier política de redefinición del sector agrario campesino.
Por mucho tiempo redujimos a esta dimensión económica la cuestión indígena, que fue vista inclusive por sectores de izquierda durante la II mitad del siglo XX como una cuestión campesina por su función social, pero es mucho más que eso. Lo indígena implica también una visión del mundo, una visión de organización y una forma de vivir para esos pueblos originarios de nuestro continente y, particularmente, para los indígenas de los Andes. La tierra es mucho más que un medio de producción, es el espacio vital donde nuestros hijos nacen, crecen y pueden ser felices. Es el espacio de la vida, pero además, es el que te brinda condiciones de supervivencia y de organización de la vida económica. Esta dimensión comunitaria de organización de la actividad agrícola corresponde a una visión civilizatoria de larga duración.

Geopolíticamente, ¿cuál es la disputa por los recursos naturales?
Hace dos años realicé un trabajo de investigación que fue publicado por el Instituto de Altos Estudios Nacionales (IAEN) de Ecuador. El estudio, respecto a los minerales metálicos, demuestra el nivel de dependencia y vulnerabilidad que tiene los Estados Unidos en relación a minerales estratégicos seleccionados. Estados Unidos consume esos metales y representa el 13% de su PIB, un porcentaje enorme.
De los 76 minerales estratégicos, Estados Unidos depende, en más de 23, del 100% de importación de otros países. El segundo grupo, que es un tercio de esos 23 minerales depende del 50 al 98%, y el tercer grupo hasta el 49%.
Cuando vemos de dónde provienen estos minerales estratégicos, gran parte lo hacen desde China y América Latina, especialmente América del Sur.
La tendencia es que China está dejando de exportar estos minerales para Estados Unidos, y produce un déficit que el país norteamericano tiene que llenar desde América del Sur. Esto es una enorme fortaleza que nuestros países tienen para mejorar los términos de intercambio de minerales metálicos con Estados Unidos. Pero además, para asumir una gestión económica y soberana de los mismos.

¿Algún ejemplo de gestión regional sobre le manejo de recursos estratégicos?
El litio, que encabeza la familia de los metales alcalinos, es un caso de gran importancia porque la región tiene el 98% de reservas mundiales. El litio es un insumo fundamental para la producción de baterías recargables de casi todos los dispositivos electrónicos que se consumen en el planeta. A partir del 2004, la mayoría de baterías que se producen en el mundo ya no usan el níquel, que era la tecnología anterior, sino trabajan con litio.
¿Teniendo esa fortaleza, la región se va a conformar con ser exportadora de litio?, por qué no pensar en un gran proyecto industrial de dimensión continental para producir baterías de litio.

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