A Sociedade Brasileira de Economia Política em seu XIX Encontro Anual dedicou um painel ao tema da Geopolítica Latino-Americana.
A exposição do Professor Theotonio dos Santos se inicia aos 22 minutos e pode ser acompanhada no canal do IELA no Youtube.
Segue o link: https://www.youtube.com/watch?v=w8peLx2S91g&index=15&list=PLZdWnHzjYCCcra-tWUas3da94p9HzbIEZ
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sexta-feira, 27 de junho de 2014
O debate sobre a Estratégia da UNASUL
Do "Portal del Sur":
Entrevistas | Theotonio dos Santos
“Somos una región de un potencial gigantesco pero no nos conocemos”
A su paso por Buenos Aires, uno de los creadores de la Teoría de la Dependencia conversó con ‘Portal del Sur’ sobre la dimensión estratégica de la integración regional latinoamericana y el rol de los medios de comunicación. Por Leandro Agilda4/06/2014
El destacado cientista social brasileño Theotonio dos Santos –que, a sus 77 años, es doctor en Economía, magister en Ciencia Política y profesor de Relaciones Internacionales– estuvo la semana pasada en Buenos Aires y fue entrevistado por Portal del Sur (ver el link sobre la Conferencia del Secretario General de UNASUL, Alí Rodríguez Araque) al finalizar la clase aberta brindada por el secretario general de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) , Alí Rodríguez Araque, en la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (Umet), (ver el link sobre la inauguración de la Universidad Metropolitana de Educación y el Trabajo) la primera casa de altos estudios de matriz sindical de América Latina.¿Cuáles son los escollos o dificultades que hay que vencer para gestar y materializar una política con proyecciones estratégicas entre los países suramericanos?
El primer problema es la voluntad política. Esto está en marcha en América Latina, ya que nuestros pueblos están tomando una conciencia muy clara de las necesidades de la integración de la región y esto es un elemento clave: sin este apoyo, sin esta voluntad, no se puede pensar nada. Segundo, la aparición de un liderazgo político nuevo, que está emergiendo dentro de este proceso, con conciencia creciente de la importancia de la integración. Y esto ya se refleja en un conjunto de acciones en ese sentido. Uno de ellas, que es muy importante, es la institucional. Son necesarias las instituciones para poder avanzar en este proyecto histórico que se está desarrollando.
¿Instituciones de qué naturaleza?
Una de ellas es, naturalmente, la Unasur, que hoy coordina 12 consejos regionales en materia de salud, de educación, militar, de seguridad, etcétera. Los acuerdos en seguridad y estrategia militar, por ejemplo, son muy importantes porque definen que la tarea de las Fuerzas Armadas es la defensa de la soberanía nacional y de las riquezas naturales de la región. Así, iniciativas como las planteadas por el secretario general de la Unasur, Alí Rodríguez, empiezan a convertirse en decisiones de responsables políticos, económicos y demás de la región. Y esto va permitiendo que vayamos avanzando, pero también necesitamos mejorar mucho más en nuestro conocimiento de la región, necesitamos generar estructuras de investigación. Aquí, en Argentina, está el Centro de Estudios Estratégicos de Defensa (del Consejo Suramericano de Defensa de la Unasur), en Brasil está el Instituto de Salud (Isags). Y se preparan otros, que esperemos que se concreten rápidamente, como el Instituto de Estudios Avanzados, que apunta a ser un centro de desarrollo de un pensamiento estratégico regional. Todo esto es muy reciente, porque la Unasur tiene apenas siete años, pero se está haciendo un gran esfuerzo en ese sentido. También es fundamental crear el Centro de Estudios Geológicos. Somos una región de un potencial gigantesco, pero no nos conocemos.
En este contexto, ¿qué importancia le da a la autonomía de la información satelital?
Es muy importante también, pero en este tema no hubo una decisión clara de cómo utilizar eso a nivel regional. Es muy importante que se avance en ese sentido. En las reuniones (de Unasur) sobre ciencia y tecnología se ha planteado la cuestión pero en un marco más general: respecto del avance del conocimiento y de la producción científica y tecnológica de la región. Al respecto, es posible que podamos avanzar en el desarrollo de los campos científicos y tecnológicos en que podemos ser de punta, como por ejemplo en biotecnología. Una región con la biodiversidad de la nuestra, si hace una inversión fuerte en este campo, puede competir a nivel mundial en creación de conocimiento científico. Y en eso se ha avanzado bastante también.
Volviendo a la primera pregunta, ¿es necesaria una voluntad política permanente y concertada para sostener estos avances y la consolidación institucional?
Ahí entra el problema de los medios de comunicación, que es una preocupación creciente. Es decir, los medios de comunicación están al servicio de los poderes antiintegración y contrarios a los intereses de la región, ésa es la verdad. Por ejemplo, pretenden transformar al (gobierno) de Venezuela en una “amenaza”, aunque en verdad sea una amenaza para ellos, no para los pueblos y transforman eso en un instrumento de movilización, como parte de una guerra psicológica, para que la gente se convierta en enemiga de la región. Es algo impresionante. Hay un trabajo muy grande en ese sentido y es respecto a ello que nosotros tenemos que tener un instrumental, que tenemos ahora pero que aún es pequeño en relación a la fuerza de que dispone esta gente y a la manera en cómo actúan. Eso es algo muy importante.
¿A qué tipo de instrumental se refiere?
De medios contrainformativos. De medios de comunicación que realmente entreguen a nuestros pueblos los instrumentos de comprensión de lo que está pasando y de cómo articularse en sus políticas comunes. Es algo absolutamente necesario. En varias partes se está haciendo, se está desarrollando, pero es aún muy insuficiente en relación al nivel de conocimiento que deberíamos tener ya de este proceso (de integración regional). Pero bueno, se está haciendo lo posible. Y hay muchas fuerzas que podrían estar ayudando más en esto. Gente de izquierda, pero no solamente; porque, como lo expuso Alí, esto es un problema de la región. Si la izquierda tiene el liderazgo de esto, bien. Pero si la izquierda no lo hace, otros tendrán que hacerlo. Y lo van a hacer, porque existe una necesidad.
¿Cuál es la situación en Brasil respecto de la integración regional?
Brasil no tiene conciencia latinoamericana, está atrasado en este proceso de avanzar en la comprensión de la región. Es un problema muy grande, pero (el ex presidente) Lula, sobre todo, ayudó a transformar esto en una cuestión de interés general. Se ha avanzado en los últimos diez años, pero es muy poco en relación a lo que se siente en otras partes de América Latina, donde la gente conoce y sabe sobre la región. Nuestra intelectualidad todavía tiene los ojos volcados hacia Europa, pero eso no impide que se avance. Tuvimos un ministro de Relaciones Exteriores con Lula, Celso Amorim, que es un tipo excelente, colega nuestro, con una gran comprensión del mundo. No sólo de América Latina, sino de la posición de América Latina en el mundo. Los cancilleres que vinieron después de él, no estuvieron muy a la altura en ese sentido, pero mantuvieron la línea de trabajo.
¿Cuál es su perspectiva de las negociaciones entre el Mercosur y la Unión Europea (UE), que actualmente lidera la cancillería brasileña?
Creo que es importante una aproximación con la UE, pero es muy malo que se haga bajo la forma de un Tratado de Libre Comercio (TLC). Primero, porque el “libre comercio” es hoy una cosa medio ridícula, absurda, porque no es posible saber dónde existe “libre comercio” en el mundo. Los TLC no son de libre nada, sino que son tratados de obligaciones de parte a parte, de direccionamiento y control de capital financiero, de tecnología, etcétera. Y la tendencia es ir un poco por este lado. Así no va a ser útil. Más bien, tenemos que llegar a un acuerdo que sea de cooperación mutua entre Europa y América Latina. Eso es muy importante. Sin embargo, ellos están quedando fuera del centro de la economía mundial, que se desplazó a Asia.
Con respecto al crecimiento y al desarrollo económico de Asia oriental, ¿qué papel podría jugar la Alianza del Pacífico (AP) en el contexto latinoamericano?
La AP es un intento de crear un hecho político, pero en verdad no hay ninguna “alianza del Pacífico”. Para que la hubiera, los países miembro deberían tener comercio entre sí. Pero no lo tienen. Cada uno de ellos tiene negocios con Estados Unidos. Eso no es una “alianza del Pacífico”, sino que es una alianza de varios países con Estados Unidos. Entonces, ¿qué sentido tiene que el vínculo hacia el océano Pacífico se haga a través de Estados Unidos, si la hegemonía en el Pacífico la tiene China? Además, en este momento, Estados Unidos lucha desesperadamente por aumentar sus exportaciones y disminuir sus importaciones. La AP es un tratadito local que no tiene sentido: la Alianza del Pacífico no tiene “Pacífico” y no tiene “Alianza”.
segunda-feira, 9 de junho de 2014
Como vimos na entrega anterior deste blog, as derrotas diplomáticas dos EUA continuam, particularmente na América Latina, como nos mostra o artigo de Juan Paz y Mino Cepeda sobre a última reunião da OEA. Lembremo-ns que a OEA conseguiu em 1962 determinar que todos os países latinoamericanos cortassem relações com Cuba (somente México se negou a cumprir esta determinação). Cuba revolucionária sobreviveu a este bloqueio continental, a uma invasão em Bahia Cochinos, a dez anos de guerilhas financiadas pelos Estados Unidos e apoiadas pela CIA e ainda assim conseguiu eleiminar o analfabetismo, realizar a universalização da educação secundária ou média, a um grande avanço da educação universitária, um sistema de saúde que lhe permite prestar auxílio a 53 países em todo o mundo, inclusive a municípios dos Estados Unidos, etc. etc. Sem esquecer contudo seu papel fundamental na derrota das forças armadas da África do Sul que levou à queda definitiva do apartheid. Cuba não aceitou voltar à OEA enquanto seu principal sócio - os Estados Unidos - submeter a Cuba revolucionária ao mais terrível boicot econômico que dura mais de 50 anos, enquanto todos os países latino americanos restabeleceram suas relações com Cuba sob pressãodos povos da região.
Triunfos de América Latina
Juan J. Paz y Miño Cepeda
EL
TELÉGRAFO - Primer
Diario Público
Ecuador,
lunes 9 de junio de
2014
La Declaración final de la 44 Asamblea General de la OEA realizada en Paraguay la semana pasada (3 al 5 de junio) y titulada “Desarrollo con Inclusión Social” refleja diversos principios sobre economía, sociedad y democracia en el continente americano; sin embargo, coloca, a la cabeza del documento, el compromiso de los países en esfuerzos “para erradicar el hambre y la pobreza, en particular la pobreza extrema; combatir la inequidad, la desigualdad, la discriminación y la exclusión social; e incrementar el acceso equitativo a los servicios de salud, así como a una educación de calidad e inclusiva; objetivos prioritarios que deben orientar las acciones del sistema interamericano”.
Lo singular de la Declaración es que enfatiza en las acciones y políticas “públicas”, lo cual implica una alteración en el enfoque que caracterizó a la América latina de fines del siglo XX, atravesada por la nefasta ideología neoliberal, que patrocinó el retiro del Estado, las privatizaciones y un esquema económico que supone al mercado y la empresa privada como motores incuestionables de la economía.
La reunión fue mucho más rica en otros posicionamientos que no se reflejan en la Declaración final, pero que fueron parte de los debates: la defensa a Cuba y el cuestionamiento al caduco bloqueo norteamericano; el rechazo a cualquier intervencionismo sobre la amenazada Venezuela; el firme apoyo a Argentina sobre las Malvinas. Sin duda, Ecuador ha destacado por sus tajantes cuestionamientos a la misma OEA, al papel de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y a la diplomacia norteamericana.
Todos estos posicionamientos avanzan cada vez más en forma inédita. América Latina toma protagonismo no solo en el continente sino en el mundo, en una época en la cual las instituciones que nacieron en la postguerra y en el marco de la vieja guerra fría, ya no se compadecen con los nuevos tiempos. Como ocurriera en la época de la independencia a inicios del siglo XIX, América Latina es hoy la región que moviliza la vigencia auténtica de conceptos como soberanía, nacionalismo, dignidad, democracia, republicanismo y derechos humanos.
Se trata de una histórica conexión entre aquellos ideales que movilizaron a los patriotas independentistas, bien expresados en la figura de Simón Bolívar, y los ideales latinoamericanistas del presente, que cada vez golpean más las visiones hegemónicas del pasado y alientan la construcción de nuevas sociedades.
Vivemos uma ofensiva geral dos povos do mundo aproveitando suas possibilidades eleitorais numa fase em que os Estados Unidos da América se encontra enrascado em sua crise financeira que impõe graves limites ao crescimento econômico e ao pleno emprego produzindo uma crise social e ideológica cada vez mais profunda. Um dos aspectos mais fundamentais desta crise é o fracasso diplomático abrumador que os EUA vem enfrentando em todos os campos. A retomada do grupo dos 77 é um dos aspectos desta crise diplomática. Veja a entrevista do embaixador da Bolivia nas Nações Unidas que publicou Página 12.
El mundo | Domingo,
8 de junio de 2014
LOS PUNTOS CALIENTES DE LA PROXIMA CUMBRE DEL G-77 SEGUN EL EMBAJADOR DE BOLIVIA EN LA ONU
“Vamos a tocar el tema de los fondos buitre”
El próximo fin de semana, Santa Cruz de la Sierra será la sede de una cumbre de los llamados 77 que, sumados a China, ya son 133 países. Más de dos tercios de la ONU. Bolivia preside el G-77. El representante de Evo Morales en la ONU explicó en un reportaje por qué la agenda futura no es la limosna. También pronosticó que Evo será reelegido en octubre.
Por Martín Granovsky
Desde Nueva YorkCuando Evo Morales ganó las elecciones de 2005 y asumió por primera vez, en 2006, Sacha Llorenti fue uno de sus articuladores con los movimientos sociales. Cumplió un papel de construcción política que resultó decisivo en El Alto, el centro urbano de crecimiento explosivo que está entre la gran olla de La Paz y el altiplano con su Titicaca y sus campesinos, que saben helar cada papa que cosechan.
Llorenti recibió a Página/12 y Clacso TV frente a la ONU, en el despacho de la embajadora argentina Marita Perceval. La entrevista puede ser vista con un click en este link: http://bit.ly/1kHSup7. Llorenti y Perceval reproducen la relación sin chirridos que ambos países mantienen desde que Evo ganó la presidencia. La Argentina y Bolivia lograron resolver sin conflictos, en 2006, la actualización del precio del gas que el primero compra al segundo y luego Bolivia pudo superar, con la ayuda de la Argentina y Brasil, un intento de desequilibrio interno de la ultraderecha cruceña.
“Bolivia emprendió el desafío de organizar la cumbre del G-77 en ocasión del aniversario del Grupo, que cumple 50 años –historió Llorenti–. Fue fundado en 1964 en Ginebra, durante la Conferencia de Naciones Unidas sobre Desarrollo y Comercio. Y después de 50 años veíamos imprescindible la necesidad de hacer una nueva cumbre. La última fue hace casi 10 años, en Qatar.”
–¿Qué temas nuevos aparecieron en la última década?
–El Grupo está tratando en profundidad el desarrollo. Coincide con la agenda de Naciones Unidas, que debe temas como la agenda de desarrollo post-2015...
–Cuando la ONU evalúe si se cumplieron las metas sobre reducción de la pobreza.
–Y fije cómo continúa ese debate sobre desarrollo sostenible y financiamiento para el desarrollo. Son algunos de los ejes centrales de la nueva propuesta multilateral para encarar temas todavía no resueltos, como la erradicación de la pobreza, del hambre y de la desigualdad. Por eso la cumbre que comienza el 14 próximo quiere plantearse un escenario de discusión muy ambicioso. Tiene que ver, por supuesto, con ese objetivo de acabar con la pobreza, pero además quiere tratar temas como el de las instituciones financieras. Discutir su estado y su falta de democracia. Analizar las relaciones necesarias para construir una nueva globalización basada no en las leyes del mercado sino fundamentalmente en la solidaridad y en la integración. Agrego otros puntos: cooperación, comercio, pueblos indígenas, situación actual en el marco de la crisis financiera que vive el planeta. Los temas esenciales del grupo están vinculados justamente con eso, comercio, de- sarrollo y cooperación.
–¿Cuál era la identidad del G-77 hace 50 años y cuál es la identidad de hoy? ¿Qué los une hoy?
–Es muy interesante la pregunta porque hace 50 años uno de los fundadores del G-77 fue justamente el Che Guevara, que representó a Cuba en la conferencia de Ginebra. En ese 1964, 77 países se reúnen para iniciar tareas de coordinación y encarar conjuntamente las negociaciones con los países desarrollados. Los unía en ese momento un pasado común, porque muchos de esos 77 países venían del colonialismo o estaban saliendo de esa etapa. Tenían por delante el desafío del desarrollo. Los unía también el tipo de relación con los países desarrollados porque muchos eran dependientes de estos países denominados del primer mundo. Cincuenta años después, prácticamente nos unen las mismas cosas: un pasado común y un presente común. La diferencia es que el grupo prácticamente se ha duplicado en número. En lugar de ser los 77 de entonces, ahora somos 133 países, incluida China. Nos reunimos no sólo para coordinar esfuerzos sino para tener una sola voz a la hora de negociar con los países desarrollados. En una reunión que tuve hace unos días con el secretario general, Ban Ki-moon me dijo: “Sin el G-77 no se puede hacer nada en Naciones Unidas”. Y tiene razón.
–Dos tercios del total de miembros de la ONU.
–Es una fuerza muy importante. Cuando nos ponemos de acuerdo no hay quién nos pare en Naciones Unidas. Es una muestra de que en el mundo las relaciones de poder pueden ser modificadas. Podemos tener la esperanza de transformar estas relaciones en el marco de la fraternidad, de la integridad y de la unidad de los pueblos.–En términos de discusión financiera, ¿qué puede salir de Bolivia?, ¿qué nuevo criterio, qué novedad o qué línea de trabajo común?
–No puedo adelantarme a la declaración porque la seguimos discutiendo aquí en Nueva York. Sin embargo, puedo señalar que con seguridad se va a tratar el tema de la reforma a las instituciones de Bretton Woods, a las instituciones financieras, en el sentido de su imprescindible democratización. Vamos a tocar el tema de los fondos buitre, claro. Sin duda el punto estará en la declaración final. Pero además discutiremos cómo la crisis financiera golpea a los países en desarrollo. Reitero que no puedo adelantarme a las conclusiones. Será el 15 de junio cuando conoceremos cuál es la voz de nuestros jefes y jefas de Estado y de gobierno en Santa Cruz. La cumbre será histórica y, junto con los temas que he señalado, tratará sobre el cambio climático.
–¿Qué características tiene hoy el debate sobre el cambio climático? Porque fue cambiando e incluso asuntos como la minería y otros tipos de extractivismo quedaron incluidos en la agenda de muchas sociedades y movimientos.
–El debate está en un momento muy importante porque en 2015 habrá en París una cumbre de jefes de Estado y de gobierno para fijar un nuevo marco normativo internacional vinculante después de la cumbre de Kioto. Este mismo año celebraremos una conferencia sobre pequeños estados insulares, que es muy importante para el tema del cambio climático. Será en Samoa. Y en Lima, en septiembre, otra cumbre discutirá las responsabilidades que tienen los países desarrollados en la emisión de gases de efecto invernadero y cuál es el compromiso para reducirla. Nuestro criterio de análisis se basa en el principio de responsabilidades comunes y a la vez diferenciadas entre los países en desarrollo y los países emergentes. Como se ve, la agenda que viene en este tema es muy fuerte y será fuerte la presencia del debate en Santa Cruz de la Sierra. Hay que recordar, eso sí, que 133 países de todas las latitudes del mundo representan una enorme diversidad de opiniones, de posiciones ideológicas y políticas, de niveles de desarrollo... Incluso una gran diversidad geográfica y cultural.
–¿Por qué lo subraya?
–Porque a veces no es tan sencillo ponernos de acuerdo pese a que tenemos muchas cosas en común.
–Sobre la pobreza, un embajador en la ONU me dijo que no se agotó el estado de emergencia sino que la ONU hará un balance de cuáles son las emergencias que quedan pendientes y las articulará con nuevos objetivos. ¿Qué no se resolvió? ¿La pobreza, la pobreza extrema o el hambre?
–Yo he escuchado a varios colegas aquí, sobre todo de países desarrollados, hablar de que un objetivo tiene que ser la erradicación de la extrema pobreza. Al respecto, el G-77 desde hace mucho tiempo tiene una posición muy clara: para nosotros el objetivo es la erradicación de la pobreza, no de la extrema pobreza. Si no, por ahí andan algunas estadísticas que pueden ser muy bien acomodadas de acuerdo a determinados intereses. Entonces, el tema central es la erradicación de la pobreza, y junto a la pobreza están por supuesto la erradicación del hambre, la atención de enfermedades curables, la posibilidad de que todo el mundo tenga acceso al agua, al saneamiento, a los servicios básicos, a comunicación, a energía sustentable. Esos son requisitos fundamentales cuando hablamos de desarrollo. Al mismo tiempo tenemos que hablar de las responsabilidades de los países desarrollados. Hace poco, en un encuentro sobre este tema, una persona hizo una exposición brillante sobre el tema del saneamiento. Explicó cómo las principales capitales europeas construyeron sus sistemas de saneamiento y alcantarillado durante los siglos XVIII y XIX. ¿Cómo se financió ese de-sarrollo? Se financió desde las colonias. Desde lo que eran entonces sus colonias. Es decir, nuestros países ya financiaron el desarrollo.
–El desarrollo ajeno.
–Exactamente. Ya financiamos el desarrollo ajeno. Y ahora nos referimos a las responsabilidades de los países desarrollados para contribuir al desarrollo, sobre todo, de los países más vulnerables. No estamos hablando de caridad sino de corresponsabilidad. Existen compromisos denominados Ayuda Oficial al Desarrollo. Esa es la terminología internacional. Esos compromisos hasta ahora han sido incumplidos por los países desarrollados. Entonces, uno de los temas centrales es que sean cumplidos, fundamentalmente para Africa, Asia y en general para todos los países en desarrollo. Hablar de erradicación de la pobreza significa plantear una lucha integral, holística, contra estos males que, por supuesto, están vinculados a otros males.
–Es un tono de justicia reparatoria.
–Algunos países en el Caribe ya propusieron iniciar procesos de reparación por la esclavitud, por ejemplo. Y hay compromisos suscriptos por los países de-sarrollados que hoy están siendo incumplidos. Lo digo desde nuestra perspectiva nacional, la de Bolivia, porque como representante en la ONU del Estado que preside el G-77 repito que existe una gran diversidad de opiniones. Ponernos de acuerdo entre 133 personas es complicado. Entre países, más. Pero existe, desde nuestra perspectiva, una responsabilidad de los países desarrollados para cumplir con estos compromisos que tienen que ver con un proceso de reparación y de responsabilidad histórica.
–Vuelvo al tema de la pobreza. ¿Cómo la mide Bolivia? ¿Es sólo un tema de ingresos? Para el gobierno de Evo Morales, ¿cuándo alguien deja de ser pobre?
–En Bolivia tenemos una visión integral de la lucha contra la pobreza. No es solamente el ingreso. Hemos mejorado el ingreso sustancialmente. Casi duplicamos el salario mínimo vital en nuestro país. Mejoramos las condiciones de vida de todos los sectores. De todos, absolutamente. De acuerdo con la ONU, hasta 2009 un 10 por ciento de los bolivianos y las bolivianas había saltado de la pobreza a ingresos medios. El ingreso per cápita también ha subido enormemente. Las reservas internacionales pasaron de 1700 millones de dólares a 15 mil millones en pocos años. Antes la historia de los ministros de Economía y Finanzas de nuestro país consistía en ir a pedir limosna a los organismos internacionales para pagar sueldos. El déficit era muy amplio y el presupuesto no alcanzaba para pagar los aguinaldos de los maestros y de los médicos. Ahora llevamos ocho años consecutivos de superávit fiscal, lo que nos permite no sólo ahorrar sino invertir. La inversión pública dio un salto cualitativo de 400 millones de dólares al año en 2005 a más de 5000 millones de dólares este último año. También se incrementaron enormemente los ingresos de nuestra renta petrolera. Pero para nosotros la lucha contra la pobreza es un tema integral. Tiene que ver con las condiciones de ingreso pero también con los niveles de educación y salud. El presidente Evo incorporó planes de asistencia especializada para garantizar que los niños se queden en la escuela. Hay un bono, llamado Juancito Pinto, por el que se les da un pequeño monto de dinero para garantizar que los niños se queden en el colegio. Eso permitió reducir la deserción de un 5 por ciento a un uno por ciento en pocos años. A través del Bono Juana Azurduy, que es una patriota latinoamericana compartida entrañablemente por la Argentina y Bolivia, damos asistencia a las madres embarazadas. Además de darles un pequeño monto de dinero, les garantizamos la posibilidad de que sean atendidas por médicos de manera regular. Eso nos reduce la mortalidad infantil y la mortalidad materna. En comunicaciones, gracias al satélite Tupac Katari tendremos acceso a telefonía y a Internet en todo el país. Sobre todo en el área rural, que era la más olvidada. En energía, lo mismo. Es decir que la erradicación de la pobreza está vinculada al ingreso, a la educación, a la salud, a las comunicaciones, al saneamiento, al acceso al agua. A la suma de la felicidad, como decía Simón Bolívar. Y para lograrlo se requiere una base material. En ese sentido, Bolivia está viviendo una profunda, profunda revolución económica, social, política y cultural.
–Cuando empezó el primer gobierno de Evo, en 2006, uno de los objetivos no era sólo exportar gas sino industrializarlo. ¿Qué pasó en ocho años?
–En el gas está, digamos, el sueldo del Estado. El gobierno utiliza el gas fundamentalmente para diversificar su economía, para no ser monodependiente, y al mismo tiempo para financiar los planes sociales y de infraestructura que son imprescindibles.
–Usa las divisas.
–La exportación de gas financia entre otras cosas la industrialización. Se está terminando de construir una planta de urea, una planta separadora de líquidos para darle valor agregado al gas. Y ya el presidente ha anunciado hace poco una inversión de 1800 millones de dólares para una petroquímica que estará instalada en el departamento de Tarija, fronterizo a la Argentina. Mientras, invertimos en generación de energía. Vamos a inaugurar pronto una termoeléctrica, también en Tarija, y están avanzados los proyectos de hidroeléctricas en distintos lugares de Bolivia. A esto hay que sumar, por supuesto, una fuerte, fuerte inversión, como nunca antes realizó el Estado, en una infraestructura carretera que nos permita vincular a un país antes desarticulado, desvertebrado. Es una nueva visión del desarrollo. Antes, y lo decía el presidente Evo hace unos días, el poco dinero que tenía Bolivia era invertido en un solo departamento. Ahora se han generado equilibrios para que los nueve departamentos se conviertan en nueve polos de desarrollo. Pero además de la industrialización del gas, estamos trabajando en la industrialización de nuestros recursos minerales. En plantas de fundición, en fábricas de cemento para distintas zonas del occidente del país. La diversificación consigue que todo no quede limitado a la industrialización de recursos naturales no renovables sino también a dar un fuerte incentivo especialmente para la agricultura.
–En el plano de los recursos no renovables, ¿cuál es el equilibrio para un país que exporta, entre otras cosas, materias primas energéticas?
–El primer objetivo es abastecer el mercado interno. Se han multiplicado, por ejemplo, las conexiones de gas domiciliario en Bolivia, sobre todo en la ciudad de El Alto, que tú conoces muy bien. Es una ciudad revolucionaria, por no encontrar otro término más preciso. No es la única cuna del actual proceso de transformaciones, pero es una de las cunas principales. El Alto se está llenando de conexiones a gas domiciliario y eso le cambia la vida a la gente porque reduce los costos de energía y le permite ahorrar tiempo de su vida. Después del abastecimiento interno viene la exportación. Inicialmente, de materia prima. Y al mismo tiempo el valor agregado mediante la industrialización. Otro factor clave es la nacionalización de los recursos naturales, la recuperación de los recursos naturales. Es importante subrayar una vez más que antes de la llegada del presidente Evo Morales, antes de la nacionalización de los recursos, la mayoría del dinero que ahora es utilizado para revolucionar Bolivia se iba a las transnacionales y afuera servía para financiar a otros países. Ese dinero ahora se utiliza en favor de los emprendimientos nacionales, pero además el Estado ha recuperado el control hasta de la negociación de los precios de nuestros hidrocarburos. Antes la empresa X, extranjera, en Bolivia negociaba con la empresa Y, extranjera, los precios, los volúmenes... Todo. Ahora eso se ha recuperado en poder del Estado e implica un ejercicio de la soberanía y la posibilidad de aplicar planes que beneficien a los bolivianos, primero, y luego que permitan sacar el mayor rédito posible de un recurso no renovable. Esa tiene que ser la base de la diversificación de nuestra economía.
–Bolivia tendrá elecciones presidenciales. ¿Cómo las afronta el gobierno?
–Con mucho trabajo y con mucho optimismo. Hace poco una encuesta les preguntó a los bolivianos: “¿Quién cree usted que a lo largo de la historia es el mejor presidente de Bolivia?”. Salió primero Evo. Mírese que un presidente en el momento de ejercicio de su mandato sea considerado el mejor presidente de la historia. Eso es, creo, inédito. Se debe a que las bolivianas y los bolivianos estamos sintiendo en nuestra vida cotidiana la revolución y el proceso de cambio liderados por Evo. Y las encuestas más recientes encuestas arrojan un apoyo que está muy cerca del 70 por ciento de aprobación de su mandato. Evo encarnó este proceso revolucionario. Yo lo digo sinceramente: en un ejercicio de honestidad intelectual y política Evo Morales es sin duda el personaje histórico más importante de los últimos 500 años en Bolivia. Logró la liberación política y la liberación social, pero también la liberación económica y cultural que nos permiten hablar de una verdadera revolución. Vemos con optimismo las elecciones de octubre próximo. Estamos convencidos de que el pueblo boliviano ratificará al presidente, que es el líder natural de este proceso, y los grandes cambios de la revolución. La gente está viviendo ese cambio. Sabe con mucha esperanza que ahora nuestros hijos y nuestros nietos van a tener un mejor país. Sin duda.
martin.granovsky@gmail.com
terça-feira, 3 de junho de 2014
O INSTITUTO DE ESTUDOS ESTRATÉGICOS DA UFF COMEÇA A DAR SEUS FRUTOS
Caros e prezados colegas,
Com muita satisfação e alegria
convido-os para o coquetel de lançamento do nosso livro no
próximo dia seis de junho de 2014, a partir das 19 horas, na
Livraria Argumento, no Leblon, Rio de Janeiro. O volume reúne
artigos escritos a partir das seis primeiras teses doutorais
de nosso sistema de ensino e pesquisa. Peço que, se
possível, repliquem este convite em suas redes sociais e em
suas listas postais.
Abraços,
Eurico
Eurico de Lima Figueiredo
Professor Titular
Instituto de Estudos Estratégicos
Universidade Federal Fluminense
segunda-feira, 2 de junho de 2014
EL INVESTIGADOR LUIS SUAREZ ANALIZA LOS ESCENARIOS POSIBLES DEL CAMBIO: “Cuba es una isla, no una ínsula”
Hay que agradecer a Luiz Suarez esta brillante entrevista (hay que
agradecer también a martin granovsky sus excentes cuestiones). El
análisis es extremamente claro, honesto y acertado. Es una lección
de buen entrenamiento sociológico con fuerte capacidad analítica
capaz de orientar politicas concretas. Parabien Luiz!
Vive, investiga y enseña en La Habana, donde integra el Comité Académico de la Maestría de las Relaciones Internacionales que dicta el Instituto Superior de Relaciones Internacionales Raúl Roa García, adscripto al Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba. Y al mismo tiempo el politólogo Luis Suárez Salazar disfruta no sólo de los intercambios en América latina (fue miembro directivo del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales y es un participante activo de sus encuentros), sino también de los Estados Unidos.
En Nueva York, Suárez Salazar participó de un seminario de puesta al día sobre Cuba organizado por Clacso y el observatorio latinoamericano de la New School. Después voló a Chicago para el congreso de Asociación de Estudios Latinoamericanos. Allí, en el espacio de Clacso, accedió a dialogar con Página/12 sobre lo que Cuba llama desde 2011 “actualización”, que es el cambio económico pero no sólo eso.
–En los últimos años los cubanos con los que uno puede hablar –funcionarios o investigadores, o alguna vez ciudadanos de a pie en La Habana– parecen conjeturales, cercanos a los escenarios de ensayo-error y esperanzados en que las transformaciones sociales salgan bien. Dicen mucho “creo” y “ojalá”.
–Realmente hoy en diferentes sectores de la sociedad cubana uno encuentra muchos márgenes de incertidumbre relacionados con el impacto de la actualización. En la vida cotidiana, en la familia... En todo.
–¿Por qué justo ahora?
–Porque es el momento en que la actualización está afrontando uno de sus temas más complejos, que es la eliminación de la doble dualidad monetaria. No es un acto simplemente administrativo. No es una decisión abstracta sobre si la economía se queda con el peso cubano convertible o con el no convertible. Tiene que ver con un hecho real, y si la estructura económica del país no puede sustentar la decisión, al final podrían reproducirse fenómenos ya ocurridos en otros países. Podría pasar que se cambia la moneda, pero la inflación te la devora y te va quitando los ceros. Por eso es mejor no simplificar la realidad.
–No es un juego de letras entre el peso cubano, el CUP, y el peso cubano convertible, el CUC.
–No. Al final del camino de la eliminación de la dualidad en lo económico y social el problema mayor es saber cuál va a ser el poder adquisitivo real de la moneda, sea cual fuere. Cuántos bienes y servicios puedo adquirir para satisfacer las necesidades básicas y esenciales. Eso les genera incertidumbre a muchas personas. Ya hay una especie de acostumbramiento a la dualidad monetaria. Las personas y las familias vienen estableciendo estrategias frente a esa realidad. Sin considerar el mercado negro, que es otro asunto, un cubano domina el panorama de cuatro mercados, incluyendo el de los cuentapropistas.
–Sea mala o buena para cada uno, ésa es la realidad de la costumbre cotidiana.
–Y a partir de allí puede haber un elemento de contradicción, porque todo proceso complejo genera contradicciones. Lo esencial, por supuesto, es que la economía tenga capacidad de sustentación. Que sectores claves como el alimentario no dependan tanto de las importaciones, porque además importarían inflación. Y que, a la vez, se realice con éxito el reordenamiento empresarial para la llamada empresa estatal socialista. Si no hay una medida única para evaluar la eficacia, todo se distorsiona. El sector estatal sigue siendo un componente enorme de la economía y funciona con más de una moneda.
–Pero el plan de actualización económica quiere reducir el peso del sector estatal de la economía.
–Sí, la apuesta es que el sector estatal mantenga un peso de sólo el 60 o el 70 por ciento. Cuba era una de las economías más estatalizadas de los procesos socialistas. Estaban fuera los pequeños agricultores y las cooperativas agrícolas. El Estado mantiene el control del comercio exterior.
–Los cubanos, funcionarios y no funcionarios, también parecen metidos de lleno en una dinámica que tendrá mucho de ensayo-error.
–No hay sólo incertidumbre. También cuentan los deseos y las expectativas. Aunque los lineamientos aprobados por el congreso del Partido Comunista plantearon un grupo grande de objetivos, quedaba claro que de hecho habría espacio para una cierta dosis de ensayo y error. También habría espacio para que surgieran nuevas demandas o exigencias que –aun cuando no hubiesen sido expresadas– habría que abordar. Como no soy adivino pero creo que la prospectiva sí es importante, para el análisis yo me muevo en una gama de escenarios. Pero en última instancia todo se moverá con tiempos políticos.
–¿Cuál es el peor escenario?
–Que el impacto de la actualización sea muy adverso, y eso con independencia de la voluntad colectiva. Si es muy adverso puede crear costos sociales y políticos que la sociedad no esté dispuesta a absorber.
–¿Hay otro escenario menos crítico?
–Bueno, el proceso de actualización se basa en una secuencia política. Deberá ir creando a cada momento los consensos políticos necesarios para avanzar. Sin consensos no se puede construir un 40 por ciento de la economía que no esté en manos del Estado.
–Eso supone el funcionamiento de nuevos actores. De nuevos sujetos que hoy ni siquiera existen.
–Más actores, sí, y sobre todo más actores convertidos en sujetos con capacidad de elaborar políticamente los consensos. Y a su vez sujetos capaces de servir como elemento de diálogo para permitir que las personas sean escuchadas.
–No hay un consenso único, de una vez y para siempre.
–No existen los consensos ad eternum. Y agrego algo más, por si la complejidad no bastara. Algo que en mi análisis tiene que ver con un hecho real y objetivo: en Cuba estamos en una transición generacional. En estos momentos todavía están actuando cinco generaciones políticas. No hablo de demografía. Hablo de una generación determinada como tal por el momento en que cada uno entró a la vida política. Una es la generación histórica.
–Esa primera generación sería, supongo, la que protagonizó la revolución.
–La misma. Tiene peso no sólo en el liderazgo, sino también en el conjunto de la sociedad cubana. Como fruto de la obra de la revolución se incrementó la esperanza de vida y hay mucha gente por encima de los 75 años políticamente activa, de lo nacional a lo comunitario. Mi padre tiene 90 y todavía está haciendo política.
–¿Qué hace?
–La emisora local de su pueblo le pide opiniones y él habla. También trabaja en el Consejo de Defensa de la Revolución dentro de la comunidad.
–¿Cuál es la segunda generación?
–La llamada generación guevarista. Es la mía. Los que entramos a la vida política en los primeros años posteriores al triunfo de la revolución. La primera tarea política que tuvo mi generación fue alfabetizar. Hablo de “generación guevarista” por la influencia que tuvieron en no- sotros la personalidad del Che, su pensamiento, sus ideas sobre el papel específico de la juventud, su concepción sobre el hombre nuevo... Sentimos que nos entregaba un proyecto de vida ético asociado al internacionalismo, a los valores morales, a pensar de manera distinta del marxismo.
–¿Tercera generación?
–La de la revolución institucionalizada. La que empieza a hacer política con la primera Constitución, en 1976, cuando también entrega el derecho de sufragio a los 16 años. Esa generación puso los sargentos y los soldados para Angola. Y empezaron a ser diputados, y fueron asumiendo responsabilidades sociales a veces a edades poco pensadas.
–Vamos a la cuarta generación.
–Después viene la generación del período especial. La que entró a la política cuando se estaba derrumbando todo. Se caían el campo socialista, los sueños, las ideas... Una etapa enormemente compleja. En ese período se de- sarticula algo: la idea de que con el estudio continuo y con el trabajo podía lograrse progreso material y social, ascenso social. Que se podía aspirar a mejores salarios y a otro nivel de vida, incluso en relación con tus padres. Se notó esa desarticulación cuando muchos graduados universitarios tuvieron que buscar otros empleos, distintos de los que querían ejercer cuando habían estudiado. O cuando muchos no terminaron sus carreras. Abandonaron más los varones que las mujeres, y eso se nota hoy en el mundo del Estado cubano.
–Las mujeres terminaron de calificarse en aquel momento y actualmente son funcionarias del Estado.
–Sí, a distintos niveles. Igual, con todos los derrumbes que sufrió y presenció, esa cuarta generación siguió participando de un milagro político. El milagro es que la Revolución Cubana haya seguido siendo sustentable. Yo hablo del heroísmo cotidiano de un pueblo, como sujeto colectivo.
–¿Quinta generación, profesor?
–La generación de la batalla de ideas, para usar una expresión que Fidel utiliza desde hace muchísimos años. La generación que entró a la vida política a comienzos del siglo XXI. Lo de Elián movilizó a muchos jóvenes, a muchos estudiantes.
–Claro, esa historia es exactamente del año 2000. Elián González tenía seis años y su madre lo sacó de Cuba en una balsa, pero ella murió en el camino y su padre, que había quedado en Cuba, reclamó la devolución del chico a los Estados Unidos.
–Fue una enorme batalla. Bien, vuelvo al comentario inicial sobre las generaciones y su actuación en la construcción de consensos políticos: esas cinco generaciones todavía estamos participando. Por el orden lógico natural de las cosas, una generación histórica está terminando su ciclo político y la generación guevarista está en un intermedio. No se nos mira como el relevo. Para mí, el peso mayor de la actualización va a recaer en las otras tres generaciones: la de la institucionalización, la del período especial y la nueva, que ya lleva como mínimo diez años haciendo política. Quienes estudian las juventudes cubanas plantean que hay una inversión de prioridades. Han descubierto que hoy están primero la formación profesional y la familia y recién después viene el proyecto social. Antes era al revés: el proyecto social venía primero. Pero no cerremos todo allí. La investigadora María Isabel Domínguez plantea que cuando se indaga por las identidades prepondera el sentido de pertenencia. Tienen identidad nacional: “Soy cubano”, dicen. Ojalá que se identificaran mejor como latinoamericanos nacidos en Cuba, pero ése es mi gusto, ¿no? Lo cierto es que antes de definirse como mujeres, campesinos o lo que fuera, señalan un territorio: Cuba. A veces hay desconfianza, pero no se tiene en cuenta que también esa generación participó de una discusión sobre los lineamientos de la que fueron parte siete millones de cubanos. Vuelvo al tema de los consensos. Cuando hablamos de un socialismo próspero y sustentable, ¿qué van a entender estas generaciones por prosperidad?
–¿Qué van a entender?
–Lo veremos. Insisto: no hablo con desconfianza, sino con la idea de que el futuro no está cerrado, entre otras cosas por el peso que tiene la participación. La participación es uno de los grandes consensos actuales de la sociedad cubana. En la primera elección popular –las elecciones generales de 2012/13–, un 85 por ciento de los ciudadanos ejercitó su derecho al voto. Y el voto es voluntario, lo cual implica que hay una gran masa de gente comprometida con el proceso de actualización. Así como hay población económicamente activa, hay población políticamente activa. Son cubanos que participan de distintas maneras y muchas veces desde muy jóvenes, en organizaciones estudiantiles. Yo tengo confianza en que el escenario más probable sea que la revolución siga contando con el consenso y con el tiempo necesario para redefinir el futuro. En esa lógica elevar el nivel de la participación y la calidad de ella es importante. En Cuba hay muchos canales de participación ciudadana. Votan los que tienen de 16 para arriba, pero no sólo se participa votando. Es necesario crear mecanismos institucionales para incrementar la participación en la toma de decisiones.
–Y en una dinámica de ensayo-error, ¿quién tendrá la legitimidad de señalar qué es error y qué no?
–La calificación de cuál es el error tiene que ser colectiva. Esto lleva anexo un mayor proceso de descentralización. Creo que a la planificación y al plan hay que mantenerlos. Pero esa planificación tiene que tener un nivel mayor de descentralización y un mayor nivel de democratización para el debate. Discutamos la participación de los trabajadores en las empresas estatales. No quitemos responsabilidad a los administradores, pero reactivemos el movimiento sindical. Que los estudiantes tengan mayor participación. En una sociedad compleja no pretenderás que todo se realice por grandes discusiones nacionales. No basta. Y tampoco buscarás que nada de lo que ocurra deje de interactuar con los tiempos políticos.
–Y está el mundo, que sigue andando.
–La revolución es lo que es hoy (tal vez no lo que hubiéramos querido, pero así es) porque forma parte de una revolución inconclusa, en proceso o en de-sarrollo, de América latina y del Caribe. Como hoy el entorno es favorable a Cuba, toda la actualización se va desarrollando dentro de un contexto favorable.
–¿Qué es exactamente lo favorable?
–Acciones como las del nuevo gobierno mexicano, de reestructurar la deuda. La transformación de Brasil en el primer inversor privado. El entorno global importa mucho. Evidentemente uno de los problemas permanentes planteados a lo largo de la nación cubana –ahora hablo de la historia de la nación y no de la historia de la revolución– es cómo interactuar entre una pequeña isla que primero quiso ser independiente y después quiso ser socialista frente a una potencia que tiene un proyecto radicalmente opuesto: la dependencia, e incluso en algún momento la anexión. Allí importan el nuevo papel de China, esta posición de Rusia en el mundo, la eventual ampliación del grupo Brics, de Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica. ¿Se sumarán la Argentina y otros países? Si ese grupo se amplía y profundiza su labor, mejor para Cuba. El país avanzó muchísimo en relación con América latina y el Caribe. Hoy mantiene dentro de la región las mejores relaciones históricas no sólo en la revolución, sino en toda su historia: Celac, Caricom, Alba, visita de Estado del presidente mexicano al comienzo del mandato. Cuba es una isla, pero no una ínsula. No vive en una campana neumática. Para mí es importante que cuando hablemos del futuro posible lo miremos asociado a los futuribles de lo que va a pasar en América latina, en el Caribe, en las relaciones de los Estados Unidos, en el mundo multipolar que se está construyendo, en la apuesta a una América latina unida y a un mundo multipolar. Ojalá logremos evitar que no se vuelvan a dar perniciosas reconcentraciones económicas que en un momento determinado puedan provocar trastornos políticos y sociales.
martin.granovsky@gmail.com
El mundo | Domingo,
1 de junio de 2014
EL INVESTIGADOR LUIS SUAREZ ANALIZA LOS ESCENARIOS POSIBLES DEL CAMBIO
“Cuba es una isla, no una ínsula”
La palabra de moda en Cuba es “actualización”. Así llaman el gobierno y el Partido Comunista al proceso que, entre otros objetivos, debe llegar a una economía donde el Estado no pese más del 60 por ciento. Uno de los principales politólogos de La Habana explica los matices de la nueva etapa.
Luis Suárez Salazar, politólogo y especialista en
el cambio en Cuba.
Por Martín Granovsky
Desde ChicagoVive, investiga y enseña en La Habana, donde integra el Comité Académico de la Maestría de las Relaciones Internacionales que dicta el Instituto Superior de Relaciones Internacionales Raúl Roa García, adscripto al Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba. Y al mismo tiempo el politólogo Luis Suárez Salazar disfruta no sólo de los intercambios en América latina (fue miembro directivo del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales y es un participante activo de sus encuentros), sino también de los Estados Unidos.
En Nueva York, Suárez Salazar participó de un seminario de puesta al día sobre Cuba organizado por Clacso y el observatorio latinoamericano de la New School. Después voló a Chicago para el congreso de Asociación de Estudios Latinoamericanos. Allí, en el espacio de Clacso, accedió a dialogar con Página/12 sobre lo que Cuba llama desde 2011 “actualización”, que es el cambio económico pero no sólo eso.
–En los últimos años los cubanos con los que uno puede hablar –funcionarios o investigadores, o alguna vez ciudadanos de a pie en La Habana– parecen conjeturales, cercanos a los escenarios de ensayo-error y esperanzados en que las transformaciones sociales salgan bien. Dicen mucho “creo” y “ojalá”.
–Realmente hoy en diferentes sectores de la sociedad cubana uno encuentra muchos márgenes de incertidumbre relacionados con el impacto de la actualización. En la vida cotidiana, en la familia... En todo.
–¿Por qué justo ahora?
–Porque es el momento en que la actualización está afrontando uno de sus temas más complejos, que es la eliminación de la doble dualidad monetaria. No es un acto simplemente administrativo. No es una decisión abstracta sobre si la economía se queda con el peso cubano convertible o con el no convertible. Tiene que ver con un hecho real, y si la estructura económica del país no puede sustentar la decisión, al final podrían reproducirse fenómenos ya ocurridos en otros países. Podría pasar que se cambia la moneda, pero la inflación te la devora y te va quitando los ceros. Por eso es mejor no simplificar la realidad.
–No es un juego de letras entre el peso cubano, el CUP, y el peso cubano convertible, el CUC.
–No. Al final del camino de la eliminación de la dualidad en lo económico y social el problema mayor es saber cuál va a ser el poder adquisitivo real de la moneda, sea cual fuere. Cuántos bienes y servicios puedo adquirir para satisfacer las necesidades básicas y esenciales. Eso les genera incertidumbre a muchas personas. Ya hay una especie de acostumbramiento a la dualidad monetaria. Las personas y las familias vienen estableciendo estrategias frente a esa realidad. Sin considerar el mercado negro, que es otro asunto, un cubano domina el panorama de cuatro mercados, incluyendo el de los cuentapropistas.
–Sea mala o buena para cada uno, ésa es la realidad de la costumbre cotidiana.
–Y a partir de allí puede haber un elemento de contradicción, porque todo proceso complejo genera contradicciones. Lo esencial, por supuesto, es que la economía tenga capacidad de sustentación. Que sectores claves como el alimentario no dependan tanto de las importaciones, porque además importarían inflación. Y que, a la vez, se realice con éxito el reordenamiento empresarial para la llamada empresa estatal socialista. Si no hay una medida única para evaluar la eficacia, todo se distorsiona. El sector estatal sigue siendo un componente enorme de la economía y funciona con más de una moneda.
–Pero el plan de actualización económica quiere reducir el peso del sector estatal de la economía.
–Sí, la apuesta es que el sector estatal mantenga un peso de sólo el 60 o el 70 por ciento. Cuba era una de las economías más estatalizadas de los procesos socialistas. Estaban fuera los pequeños agricultores y las cooperativas agrícolas. El Estado mantiene el control del comercio exterior.
–Los cubanos, funcionarios y no funcionarios, también parecen metidos de lleno en una dinámica que tendrá mucho de ensayo-error.
–No hay sólo incertidumbre. También cuentan los deseos y las expectativas. Aunque los lineamientos aprobados por el congreso del Partido Comunista plantearon un grupo grande de objetivos, quedaba claro que de hecho habría espacio para una cierta dosis de ensayo y error. También habría espacio para que surgieran nuevas demandas o exigencias que –aun cuando no hubiesen sido expresadas– habría que abordar. Como no soy adivino pero creo que la prospectiva sí es importante, para el análisis yo me muevo en una gama de escenarios. Pero en última instancia todo se moverá con tiempos políticos.
–¿Cuál es el peor escenario?
–Que el impacto de la actualización sea muy adverso, y eso con independencia de la voluntad colectiva. Si es muy adverso puede crear costos sociales y políticos que la sociedad no esté dispuesta a absorber.
–¿Hay otro escenario menos crítico?
–Bueno, el proceso de actualización se basa en una secuencia política. Deberá ir creando a cada momento los consensos políticos necesarios para avanzar. Sin consensos no se puede construir un 40 por ciento de la economía que no esté en manos del Estado.
–Eso supone el funcionamiento de nuevos actores. De nuevos sujetos que hoy ni siquiera existen.
–Más actores, sí, y sobre todo más actores convertidos en sujetos con capacidad de elaborar políticamente los consensos. Y a su vez sujetos capaces de servir como elemento de diálogo para permitir que las personas sean escuchadas.
–No hay un consenso único, de una vez y para siempre.
–No existen los consensos ad eternum. Y agrego algo más, por si la complejidad no bastara. Algo que en mi análisis tiene que ver con un hecho real y objetivo: en Cuba estamos en una transición generacional. En estos momentos todavía están actuando cinco generaciones políticas. No hablo de demografía. Hablo de una generación determinada como tal por el momento en que cada uno entró a la vida política. Una es la generación histórica.
–Esa primera generación sería, supongo, la que protagonizó la revolución.
–La misma. Tiene peso no sólo en el liderazgo, sino también en el conjunto de la sociedad cubana. Como fruto de la obra de la revolución se incrementó la esperanza de vida y hay mucha gente por encima de los 75 años políticamente activa, de lo nacional a lo comunitario. Mi padre tiene 90 y todavía está haciendo política.
–¿Qué hace?
–La emisora local de su pueblo le pide opiniones y él habla. También trabaja en el Consejo de Defensa de la Revolución dentro de la comunidad.
–¿Cuál es la segunda generación?
–La llamada generación guevarista. Es la mía. Los que entramos a la vida política en los primeros años posteriores al triunfo de la revolución. La primera tarea política que tuvo mi generación fue alfabetizar. Hablo de “generación guevarista” por la influencia que tuvieron en no- sotros la personalidad del Che, su pensamiento, sus ideas sobre el papel específico de la juventud, su concepción sobre el hombre nuevo... Sentimos que nos entregaba un proyecto de vida ético asociado al internacionalismo, a los valores morales, a pensar de manera distinta del marxismo.
–¿Tercera generación?
–La de la revolución institucionalizada. La que empieza a hacer política con la primera Constitución, en 1976, cuando también entrega el derecho de sufragio a los 16 años. Esa generación puso los sargentos y los soldados para Angola. Y empezaron a ser diputados, y fueron asumiendo responsabilidades sociales a veces a edades poco pensadas.
–Vamos a la cuarta generación.
–Después viene la generación del período especial. La que entró a la política cuando se estaba derrumbando todo. Se caían el campo socialista, los sueños, las ideas... Una etapa enormemente compleja. En ese período se de- sarticula algo: la idea de que con el estudio continuo y con el trabajo podía lograrse progreso material y social, ascenso social. Que se podía aspirar a mejores salarios y a otro nivel de vida, incluso en relación con tus padres. Se notó esa desarticulación cuando muchos graduados universitarios tuvieron que buscar otros empleos, distintos de los que querían ejercer cuando habían estudiado. O cuando muchos no terminaron sus carreras. Abandonaron más los varones que las mujeres, y eso se nota hoy en el mundo del Estado cubano.
–Las mujeres terminaron de calificarse en aquel momento y actualmente son funcionarias del Estado.
–Sí, a distintos niveles. Igual, con todos los derrumbes que sufrió y presenció, esa cuarta generación siguió participando de un milagro político. El milagro es que la Revolución Cubana haya seguido siendo sustentable. Yo hablo del heroísmo cotidiano de un pueblo, como sujeto colectivo.
–¿Quinta generación, profesor?
–La generación de la batalla de ideas, para usar una expresión que Fidel utiliza desde hace muchísimos años. La generación que entró a la vida política a comienzos del siglo XXI. Lo de Elián movilizó a muchos jóvenes, a muchos estudiantes.
–Claro, esa historia es exactamente del año 2000. Elián González tenía seis años y su madre lo sacó de Cuba en una balsa, pero ella murió en el camino y su padre, que había quedado en Cuba, reclamó la devolución del chico a los Estados Unidos.
–Fue una enorme batalla. Bien, vuelvo al comentario inicial sobre las generaciones y su actuación en la construcción de consensos políticos: esas cinco generaciones todavía estamos participando. Por el orden lógico natural de las cosas, una generación histórica está terminando su ciclo político y la generación guevarista está en un intermedio. No se nos mira como el relevo. Para mí, el peso mayor de la actualización va a recaer en las otras tres generaciones: la de la institucionalización, la del período especial y la nueva, que ya lleva como mínimo diez años haciendo política. Quienes estudian las juventudes cubanas plantean que hay una inversión de prioridades. Han descubierto que hoy están primero la formación profesional y la familia y recién después viene el proyecto social. Antes era al revés: el proyecto social venía primero. Pero no cerremos todo allí. La investigadora María Isabel Domínguez plantea que cuando se indaga por las identidades prepondera el sentido de pertenencia. Tienen identidad nacional: “Soy cubano”, dicen. Ojalá que se identificaran mejor como latinoamericanos nacidos en Cuba, pero ése es mi gusto, ¿no? Lo cierto es que antes de definirse como mujeres, campesinos o lo que fuera, señalan un territorio: Cuba. A veces hay desconfianza, pero no se tiene en cuenta que también esa generación participó de una discusión sobre los lineamientos de la que fueron parte siete millones de cubanos. Vuelvo al tema de los consensos. Cuando hablamos de un socialismo próspero y sustentable, ¿qué van a entender estas generaciones por prosperidad?
–¿Qué van a entender?
–Lo veremos. Insisto: no hablo con desconfianza, sino con la idea de que el futuro no está cerrado, entre otras cosas por el peso que tiene la participación. La participación es uno de los grandes consensos actuales de la sociedad cubana. En la primera elección popular –las elecciones generales de 2012/13–, un 85 por ciento de los ciudadanos ejercitó su derecho al voto. Y el voto es voluntario, lo cual implica que hay una gran masa de gente comprometida con el proceso de actualización. Así como hay población económicamente activa, hay población políticamente activa. Son cubanos que participan de distintas maneras y muchas veces desde muy jóvenes, en organizaciones estudiantiles. Yo tengo confianza en que el escenario más probable sea que la revolución siga contando con el consenso y con el tiempo necesario para redefinir el futuro. En esa lógica elevar el nivel de la participación y la calidad de ella es importante. En Cuba hay muchos canales de participación ciudadana. Votan los que tienen de 16 para arriba, pero no sólo se participa votando. Es necesario crear mecanismos institucionales para incrementar la participación en la toma de decisiones.
–Y en una dinámica de ensayo-error, ¿quién tendrá la legitimidad de señalar qué es error y qué no?
–La calificación de cuál es el error tiene que ser colectiva. Esto lleva anexo un mayor proceso de descentralización. Creo que a la planificación y al plan hay que mantenerlos. Pero esa planificación tiene que tener un nivel mayor de descentralización y un mayor nivel de democratización para el debate. Discutamos la participación de los trabajadores en las empresas estatales. No quitemos responsabilidad a los administradores, pero reactivemos el movimiento sindical. Que los estudiantes tengan mayor participación. En una sociedad compleja no pretenderás que todo se realice por grandes discusiones nacionales. No basta. Y tampoco buscarás que nada de lo que ocurra deje de interactuar con los tiempos políticos.
–Y está el mundo, que sigue andando.
–La revolución es lo que es hoy (tal vez no lo que hubiéramos querido, pero así es) porque forma parte de una revolución inconclusa, en proceso o en de-sarrollo, de América latina y del Caribe. Como hoy el entorno es favorable a Cuba, toda la actualización se va desarrollando dentro de un contexto favorable.
–¿Qué es exactamente lo favorable?
–Acciones como las del nuevo gobierno mexicano, de reestructurar la deuda. La transformación de Brasil en el primer inversor privado. El entorno global importa mucho. Evidentemente uno de los problemas permanentes planteados a lo largo de la nación cubana –ahora hablo de la historia de la nación y no de la historia de la revolución– es cómo interactuar entre una pequeña isla que primero quiso ser independiente y después quiso ser socialista frente a una potencia que tiene un proyecto radicalmente opuesto: la dependencia, e incluso en algún momento la anexión. Allí importan el nuevo papel de China, esta posición de Rusia en el mundo, la eventual ampliación del grupo Brics, de Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica. ¿Se sumarán la Argentina y otros países? Si ese grupo se amplía y profundiza su labor, mejor para Cuba. El país avanzó muchísimo en relación con América latina y el Caribe. Hoy mantiene dentro de la región las mejores relaciones históricas no sólo en la revolución, sino en toda su historia: Celac, Caricom, Alba, visita de Estado del presidente mexicano al comienzo del mandato. Cuba es una isla, pero no una ínsula. No vive en una campana neumática. Para mí es importante que cuando hablemos del futuro posible lo miremos asociado a los futuribles de lo que va a pasar en América latina, en el Caribe, en las relaciones de los Estados Unidos, en el mundo multipolar que se está construyendo, en la apuesta a una América latina unida y a un mundo multipolar. Ojalá logremos evitar que no se vuelvan a dar perniciosas reconcentraciones económicas que en un momento determinado puedan provocar trastornos políticos y sociales.
martin.granovsky@gmail.com
NOVA PÁGINA DA PÒS GRADUAÇÃO EM POLITICAS PÚBLICAS DA UERJ (PPFH)
CAROS,
o ppfh tem uma nova cara virtual. A nova página está no ar:
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domingo, 1 de junho de 2014
CONFERENCIA DOS BRICS PRODUZ INICIO DE UM CONSENSO CAPAZ DE ABRIR UMA NOVA ERA PARA A HUMANIDADE APESAR DOS SEUS INIMIGOS.
“Conferência BRICS no século XXI” aprova documento Consenso do Rio
Especialistas dos cinco países do bloco pedem Estado com forte poder regulatório, pelo fim das desigualdades sociais e como motor do desenvolvimento sustentável
A “Conferência BRICS no século XXI”, realizada de 20 a 23 de maio no Hotel Novo Mundo, Rio de Janeiro, terminou com a apresentação de uma pauta propositiva chamada de Consenso do Rio, defendendo que governos e sociedades dos países integrantes dos Brics (Brasil, Rússia, Índia, China e África do Sul) promovam o desenvolvimento econômico tendo como base uma forte presença regulatória do Estado. Segundo o documento, o Estado deve promover o desenvolvimento econômico e social com sustentabilidade ambiental, visando ao pleno emprego, a redução da pobreza e da desigualdade.
O Consenso foi resultado dos debates realizados no auditório da Coppe/UFRJ com intelectuais e especialistas renomados que representaram os cinco países do bloco e trouxeram propostas alternativas ao pensamento neoliberal nos campos da Economia, da Política e das Ciências. Ressalta o elevado desempenho econômico e social dos Brics frente aos países industrializados avançados lembrando que, apesar da crise que ainda vivem, suas elites teimam, para pagar menos impostos, em manter a política de mínima participação do Estado na economia e a chamada autorregulação do mercado. O documento apresenta 12 itens propositivos como um conjunto de estratégias que vêm sendo usadas ou que os especialistas acreditam que devam ser usadas pelos Governos dos BRICS.
Sobre a conferência
A “Conferência BRICS no século XXI” foi organizada pelo Intersul (Instituto de Estudos Estratégicos para a Integração da América do Sul) em parceira com a Coppe/UFRJ, e contou com o patrocínio do BNDES e apoio da Caixa, do Ministério do Planejamento, do Governo Federal, da construtora Odebrecht e do Sinergia. O objetivo principal foi avaliar a emergência de novos paradigmas no campo da economia, da geopolítica, nas ciências e em outros campos do conhecimento humano, superando os paradigmas do neoliberalismo que entraram em colapso, sobretudo a partir da crise financeira iniciada em 2008 e que ainda persiste nos países industrializados avançados.
O Consenso do Rio/Íntegra
BRICS NO SÉCULO XXI
CONSENSO DO RIO
Como participantes da Conferência BRICS no Século XXI, que reuniu no Rio, de 20 a 23 de maio, especialistas de Brasil, Rússia, Índia, China e África do Sul, expressamos a convicção de que é tarefa fundamental dos governos e das sociedades de nossos países manterem como prioridade absoluta promover o desenvolvimento econômico como esteio do desenvolvimento social com sustentabilidade ambiental, tendo em vista o imperativo de garantir o pleno emprego e reduzir a pobreza e a desigualdade econômica, o que jamais ocorrerá numa sociedade estagnada.
Consideramos lamentável o fato de que, não obstante a aguda crise social e de desemprego por que passam os países industrializados avançados, a maioria deles se recusa abertamente ou se omite em tomar iniciativas no campo fiscal e monetário para a retomada do crescimento econômico. Com isso prejudicam, sobretudo na Europa, grande parte de sua população assim como às populações dos demais países, inclusive emergentes, que se defrontam com o estreitamento do mercado mundial e com as pressões comerciais superavitárias que visam a compensar a ausência de políticas fiscais e monetárias ativas.
Entendemos que a superação da presente crise nos países industrializados avançados não pode ser uma escusa para uma escalada bélica no mundo. Não é demais lembrar que estamos na era nuclear e isso cria um virtual nivelamento de poder destrutivo entre nações nuclearizadas. Não há como sair ganhando numa guerra mesmo convencional na era nuclear. Os temas geopolíticos têm necessariamente que ser levados à mesa de negociações, respaldados pela força democrática dos povos, livres de qualquer tipo de pressão e sanções unilaterais.
No campo econômico e social, é indiscutível que os países BRICS estão tendo um desempenho superior ao dos países industrializados avançados, cujas elites ainda teimam, para pagar menos impostos, em manter o receituário do Estado mínimo e da autorregulação dos mercados – não obstante o colapso dessas teses no bojo da crise em curso. Por isso, afirmamos nossa concordância com as linhas gerais das estratégias que vêm sendo usadas ou que devem ser usadas por nossos governos, e que reputamos sejam, em grande parte, as causas essenciais desse desempenho. São elas:
1. Forte presença reguladora do governo central na economia, especialmente em setores estratégicos, e compromisso em garantir bens básicos para a população;
2. Presença de um forte sistema de bancos públicos de desenvolvimento, que faz a correia de transmissão entre planejamento e o financiamento de médio longo prazo;
3. Presença de fortes empresas estatais estratégicas, com capacidade de aplicar as decisões de planejamento e exercer um poder de arraste sobre o setor privado;
4. Compromisso com políticas fiscais anticíclicas, isto é, expansivas na recessão e contracionistas no boom;
5. Controle de capitais para evitar ondas financeiras especulativas;
6. Política de integração econômica estrategicamente planejada;
7. Forte compromisso com a adoção de estratégias de desenvolvimento sustentável e estabelecimento de acordos de padronização para os respectivos resultados;
8. Busca comum de desenvolvimento tecnológico que permita que os países BRICS se tornem mais competitivos em termos globais;
9. Troca de recursos educacionais e culturais com o suporte dos governos e para o desenvolvimento de pesquisas comuns;
10. Os governos BRICS precisam trabalhar por um comércio mais equilibrado movendo-se no sentido de um maior balanço no processamento nacional de matérias primas;
11. Compromisso efetivo dos governos para colocar em prática as políticas de combate à pobreza e a desigualdade econômica;
12. O Conselho dos BRICS deve estar pronto para agir como mecanismo de implementação de todos os princípios citados a qualquer momento que for requisitado para isso.
Por certo que nem todos os países BRICS usaram da totalidade desses instrumentos para o enfrentamento das consequências internas da crise internacional. Contudo, mesmo uma observação superficial leva à conclusão de que os que melhor se saíram foram justamente aqueles que usaram mais decididamente uma combinação mais ampla desses recursos de política econômica.
Rio de Janeiro, 23 de maio de 2014.
Vladmir Davydov
Formado em economia pela Lomonosov Moscow State University, Vladimir Davydov também é doutor em economia e ocupa o cargo de diretor do Instituto da América Latina junto à Academia de Ciências da Rússia. O economista é membro da Academia Russa de Ciências Naturais e membro da Presidência do Comitê Nacional para a Promoção de Cooperação Econômica com os Países Latino Americanos.
Davydov é um defensor dos Brics e avalia que os países integrantes do bloco devem ter um modelo organizacional que possibilite o compartilhamento de opiniões e a busca de um consenso e resulte em decisões rápidas.
Para o economista russo, o Brasil e a Rússia podem cooperar mutuamente nos campos da energia nuclear para fins pacíficos e na exploração do espaço.
Elena Bryzgalina
Contato: evbrz@yandex.ru
Elena Bryzgalina é a responsável pelo Departamento de Educação da Escola de Filosofia da Lomonosov Moscow State University. Especialista em Filosofia na ciência e na educação, ela também é membro da Comissão de Bioética na mesma instituição.
Elena tem como foco de trabalho o debate a respeito da bioética e durante a conferência abordará três tópicos: Genética e o futuro da humanidade: uma pessoa pode se tornar co-autor da evolução biológica?; Estado e genética: quais podem ser as consequências do desenvolvimento da identificação genética de uma pessoa?; Genética e desigualdade social: pode a desigualdade biogenética se tornar a base para a igualdade social?
Os xenotransplantes – transplantes de células, tecidos e órgãos entre espécies diferentes, como de animais para seres humanos – e todas as suas implicações éticas estão entre os temas que a professora abordará. Os poderes de decisão sobre vida e a morte também serão questionados pelos critérios da bioética utilizando um exemplo que Bryzgalina costuma citar em suas palestras: a remoção do suporte à vida do líder palestino Yasser Arafat não foi tão condicionada pela gravidade da sua doença e a irreversibilidade do seu estado, mas pelo fato de que, em um determinado momento, a esposa dele conseguiu fechar um acordo com a liderança palestina.
Boris Martynov
Boris Martynov é vice-diretor do Instituto da America Latina da Academia de Ciências da Rússia. Profundo conhecedor dos aspectos políticos, sociais e econômicos da América Latina, o russo tratará sobre as perspectivas de uma nova ordem mundial, na qual os BRICS poderão ter um papel proeminente no que diz respeito ao direito internacional e à diversificação etnocultural.
Martynov é Membro do Conselho Cientifico de Segurança da Federação Russa.
Santosh Mehrotra
PhD em Economia pela Universidade de Cambrigde, Santosh Mehrotra é um especialista independente que atualmente contribui com o governo indiano, atuando como conselheiro sênior para o desenvolvimento rural, conselheiro econômico para os setores sociais da Comissão de Planejamento e lidera a equipe responsável pelo Relatório de Desenvolvimento Humano da Índia.
Ele também já integrou os quadros do Programa das Nações Unidas para o Desenvolvimento (PNUD) da Organização das Nações Unidas (ONU), tendo desempenhado as funções de conselheiro econômico para a Ásia e economista-chefe responsável pelo Relatório Global de Desenvolvimento.
Mehrotra é um economista focado no desenvolvimento humano e seus principais objetos de pesquisa abrangem a indústria e o comércio, o impacto das políticas macroeconômicas na saúde e na educação, o setor informal e a economia das áreas da saúde e da educação.
Brahma Chellaney
Contato: bc@live.in
O indiano Brahma Chellaney é especialista e PhD em controle internacional de armas e analista em tendências geoestratégicas internacionais. Em 2012, ele o foi vencedor do prêmio Bernard Schwartz Book pelo seu trabalho “Asia's New Battleground”, que trata a água como objeto de disputa no mundo atual.
A falta d’água que tanto nos preocupa hoje poderá, segundo Chellaney, em um futuro nem tão distante, motivar até mesmo guerras internas e externas entre os países. E este é um dos temas que ele abordará durante a conferência.
O indiano também já trabalhou como jornalista, na função de correspondente da Associated Press (AP), no Sul da Ásia. Um dos seus trabalhos de maior repercussão foi a cobertura da Operação Estrela Azul, em 1984. Na ocasião, o governo indiano deslocou as tropas do exército para o Templo Dourado, o mais sagrado santuário Sikh, com o intuito de prender Jarnail Singh Bhindranwale e seus apoiadores, que eram acusados de atos terroristas. O confronto resultou nas mortes de 83 soldados e 492 civis. Suas matérias também já foram veiculadas em outros veículos de imprensa de renome mundial com o The New York Times e o The Guardian.
Qian He
He Qian é professora e doutora pela da Escola de Ciência Alimentar e Tecnologia da Universidade de Jiangnan e auditora sênior do Sistema de gerenciamento de segurança alimentar do Centro de Certificação de Qualidade da China. Especializada em pesquisa e aplicação do controle de segurança alimentar e controle de qualidade, gerenciamento e tecnologia, a Dra. Qian já publicou mais de 100 artigos.
Formada em Química e Análise de Instrumentos, He é responsável por ministrar os cursos de “Princípios de Higiene dos Alimentos”, “Princípios e Aplicações do Sistema de Controle de Qualidade dos Alimentos Modernos”.
De 1990 a 1991, ela foi gerente do Departamento de Desenvolvimento de Produtos e Garantia da Qualidade da Companhia de Alimentos Wuxi Hoajiaxiang. Entre 1983 e 1987, Qian He desempenhou a função de assistente de gerente no Departamento de Controle de Qualidade dos Alimentos, do Instituto de Alimentos e Fermentação de Jiangsu.
O agravamento da fome no mundo é uma das preocupações da professora. Ela alega que o problema da falta de alimentos se agravou drasticamente após a eclosão da crise mundial de 2008. Qian se baseou em dados do Banco Mundial que apontou que, entre 2010 e 2011, o aumento dos preços dos alimentos empurrou cerca de 70 milhões de pessoas para o nível de pobreza extrema. Qian ressalta ainda que apenas 1/4 da população mundial, situada nos países desenvolvidos, concentra 51% da produção mundial de alimentos. Durante a conferência a chinesa defenderá a tese de que o manejamento da água é um dos requisitos fundamentais para a produção agrícola, principalmente o desenvolvimento de novas e modernas técnicas de irrigação de extensas áreas rurais.
Qixing Zhou
Qixing Zhou é Ph.D. em poluição ecológica pela Chinese Academy of Sciences e decano pela Escola Faculdade de Ciências e Engenharia do Meio Ambiente da Universidade de Nankai. Respeitado no meio acadêmico, Zhou foi agraciado com o Prêmio China Youth Prize of Science and Technology. Suas pesquisas se concentram na recuperação ecológica de ambientes contaminados e novas tecnologias desenvolvidas para o tratamento de águas residuais e engenharia ambiental urbana.
Durante a conferência, o chinês abordará sobre a necessidade da promulgação de normas ambientais que deem suporte ao desenvolvimento econômico.
Zhang Yan
Zhang Yan é Ph.D. em Economia Aplicada pela Escola de Gestão Guanghua da Universidade de Pequim. Suas áreas de pesquisa incluem economia pública e macroeconomia. A economista chinesa também é autora de vários de trabalhos acadêmicos publicados em diversas revistas especializadas.
Mario Scerri
Mario Scerri é professor de Economia e pesquisador sênior do Instituto de Pesquisa Econômica em Inovação (IERI) da Universidade de Tecnologia de Tshwane, África do Sul. Seu foco de pesquisa é a evolução dos sistemas de inovação, principalmente do ponto de vista da Economia Política. Ele é o autor de “A Evolução do Sistema Sul-Africano de Inovação” e coeditor de três livros sobre os sistemas nacionais de inovação nos BRICS.
Scerri avalia se o “fenômeno” dos BRICS constitui, ou tem a possibilidade de constituir, uma ruptura na evolução do sistema global de inovação ou se representa o surgimento de uma nova variedade do capitalismo.
Rasigan Maharajh
Contato: rasigan@ieri.org.za
Rasigan Maharajh é o diretor-chefe do Instituto de Pesquisa Econômica de Inovação da Faculdade de Economia e Finanças da Universidade de Tecnologia de Tshwane, na África do Sul. Na instituição, suas pesquisas incluíram economia política evolutiva, sistemas de inovação, políticas públicas, desenvolvimento econômico, coesão social e governança democrática.
Maharajh também é pesquisador do Instituto Tellus, em Boston; e professor-visitante do Instituto George Perkins Marsh, da Universidade Clark, em Worcester, EUA.
Com fortes laços com o Brasil, onde ele já atuou como professor-visitante no Instituto de Economia da Universidade Federal do Rio de Janeiro (UFRJ), Rasigan Maharajh defende a atuação conjunta dos países que formam o Brics como forma de criar um futuro sustentável.
Rasigan é bacharel em Artes pela Universidade de KwaZulu-Natal da África do Sul e doutor em Filosofia pelo Instituto Forskningspolitiska, da Universidade de Lund, da Suécia.
O sul-africano já atuou como ativista em diversas frentes como: Responsável por Política no Conselho de Pesquisa Científica e Industrial (1997 - 2004) e Coordenador Nacional de Ciência e Tecnologia, no Projeto de Transição Política durante o primeiro governo democrático da África do Sul (1995 - 1997) .
Antes, ele esteve envolvido em ações voltadas para a educação de adultos e desenvolvimento humano como pesquisador sênior de Política de Educação na Universidade KwaZulu-Natal de Natal; foi coordenador nacional e pesquisador do movimento “ Operation Upgrade” da África do Sul (1993); assistente de pesquisa da Unidade de Macro-Política da Educação da Universidade de Durban-Westville (1992) e assistente de pesquisa e editor do Projeto Comunidade e Trabalho do Conselho Sul-Africano de Educação Superior (1988 - 1990). Paralelamente, Rasigan ocupou posições de liderança interna da Frente Democrática Unida, no Congresso de Sindicatos da África Sul e no Congresso Nacional Africano.
José Carlos de Assis
Luiz Pinguelli Rosa
Darc Antônio Costa
Dércio Garcia Munhoz
Samuel Pinheiro Guimarães
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Theotônio dos Santos