El
País,
                        España
Columna
                        de Opinión Canciller Heraldo Muñoz:
                        "Convergencia en la
                        diversidad: la nueva política latinoamericana de
                        Chile"
La
                        estrategia exterior no tendrá un sesgo
                        ideológico, sino que
                        favorecerá una región más integrada y con una
                        identidad propia.
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                        :
América
                        Latina cambió en la última década. La región es
                        hoy más diversa
                        y autónoma y, pese a sus logros en crecimiento y
                        reducción de
                        pobreza, se enfrenta a importantes desafíos.
                        Para afrontar estos
                        problemas, Chile, bajo el gobierno que ahora
                        encabeza la Presidenta
                        Michelle Bachelet, buscará trabajar desde y con
                        América Latina y el
                        Caribe.
              
El
                        nuevo gobierno de Chile priorizará la región y
                        en particular
                        América del Sur. Nuestro propósito será
                        fortalecer la presencia
                        del país en los distintos mecanismos de
                        integración existentes,
                        impulsando puentes de acuerdo por encima de las
                        diferencias
                        ideológicas o subregionales. La política
                        exterior de Chile no
                        tendrá un sesgo ideológico, sino que pondrá
                        énfasis en avanzar
                        pragmáticamente hacia una región más integrada y
                        con una identidad
                        propia.
              
Los
                        principios de apego al derecho internacional,
                        promoción y defensa de
                        la democracia y los derechos humanos, solución
                        pacífica de las
                        controversias, independencia y respeto a la
                        soberanía, entre otros,
                        que siempre han guiado nuestra política
                        exterior, se mantendrán
                        como eje de una política de Estado. Pero Chile
                        dará un giro en su
                        política exterior desde un enfoque que ha
                        privilegiado las
                        relaciones económicas –que seguirán siendo muy
                        importantes para
                        el país-- hacia una perspectiva integral que
                        otorgue similar peso a
                        las dimensiones políticas, sociales y culturales
                        de nuestros lazos
                        externos en un mundo cada vez más globalizado,
                        con una ciudadanía
                        activa e interconectada a través de las
                        fronteras nacionales.
              
Las
                        opciones de integración de nuestra región hoy se
                        bifurcan en
                        diversas direcciones económicas y políticas, en
                        detrimento de su
                        influencia en un mundo organizado en bloques
                        regionales. Falta
                        convergencia y concertación en América Latina y
                        el Caribe.
              
La
                        nuestra es una región de economías de renta
                        media que tiene
                        necesidades diferentes a las de otras regiones
                        en desarrollo. Entre
                        nuestras prioridades están la reducción de las
                        enormes
                        desigualdades, remediar la postergación de los
                        pueblos indígenas y
                        otras minorías, enfrentar la baja calidad de la
                        educación, la
                        insuficiente inversión en ciencia y tecnología,
                        la inseguridad
                        ciudadana. Pero si no somos capaces de
                        concertarnos para impulsar
                        respuestas como bloque, la agenda de desarrollo
                        post-2015 de Naciones
                        Unidas, ya en plena elaboración, no reflejará
                        adecuadamente
                        nuestros intereses comunes.
              
Existe
                        una diversidad de caminos en la región para
                        avanzar en el
                        desarrollo. Seremos respetuosos con esas
                        diferencias, entendiendo,
                        sin embargo, que es posible construir un todo
                        integrado de partes
                        distintas y desiguales. Hay espacio para
                        proyectos subregionales que
                        pueden ser ladrillos para la construcción de un
                        proyecto mayor y más
                        incluyente de integración latinoamericana.
              
Chile
                        valora la Alianza del Pacífico como esquema de
                        integración
                        económica y plataforma comercial de proyección
                        colectiva a la
                        región de Asia Pacífico; pero no compartirá
                        pretensión alguna de
                        concebir dicha Alianza como un bloque ideológico
                        excluyente o
                        antagónico con otros proyectos de integración.
              
A
                        modo de ejemplo, debiéramos discutir la
                        posibilidad de materializar
                        una convergencia de la Alianza del Pacífico con
                        el Mercosur, sin
                        perjuicio de adoptar el concepto de la Unión
                        Europea de las
                        "velocidades diferenciadas" que permitiría a los
                        países
                        que estén en condiciones, y así lo deseen,
                        avanzar más rápido que
                        los demás en el proceso integrador.
              
Convergencia
                        en la diversidad es la política que Chile
                        buscará promover en
                        América Latina. Es una opción que combina
                        realismo y voluntad
                        política de avanzar hacia una región más
                        integrada y autónoma.
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