DOMINGO,
          27 DE OCTUBRE DE 2013
AMERICA
              LATINA EN EL NUEVO SIGLO
Cambio de época
Por Diego Rubinzal
El presidente ecuatoriano Rafael Correa afirma que “América latina no vive una época de cambios, sino un cambio de época”. A comienzos de siglo, la ciudad de Porto Alegre fue escenario del surgimiento del Foro Social Mundial (FSM). Este reunía un heterogéneo conjunto de organizaciones (sociales, políticas, ambientales, sindicales) que cuestionaban el paradigma neoliberal. En ese momento, el periodista Ignacio Ramonet profetizaba que el “Consenso de Washington” sería sustituido por el consenso de Porto Alegre. Sin embargo, la mayoría de los asistentes no compartían esa visión. El pesimismo de la inteligencia superaba al optimismo de la voluntad, en palabras de Gramsci. Pocos analistas suponían que se estaba en los inicios de un intenso giro político regional. El triunfo de las fuerzas “populistas” produjo un notorio avance en diversos terrenos (económico, sanitario, educativo), a pesar de las asignaturas pendientes. En ese sentido, la transformación de la estructura productiva continúa siendo el principal desafío regional.
El actual
                proceso histórico también requiere de una producción
                teórica (de tinte académico y de comunicación popular)
                que apuntale la fortaleza de los proyectos
                político-económicos inclusivos. La disputa en torno de
                la constitución del sentido común ciudadano debe darse
                en varios terrenos. Los investigadores Cecilia Allami,
                Mercedes D’Alessandro y Martín Harracá señalan en
                    Actualidad de la teoría de la dependencia.
                Desafíos para la reinterpretación del presente histórico
                que “el neoliberalismo y sus ideas han dejado una
                herencia teórica que subsiste en nuestro modo de pensar
                y hacer ciencia, se nos cuela a través de la metodología
                y la forma en que pensamos el mundo, las relaciones
                sociales, las categorías científicas”.
Esto no
                implica desconocer el esfuerzo realizado por cientos de
                intelectuales latinoamericanos. Sin embargo, el sentido
                común neoliberal permanece incólume en vastos sectores
                sociales y académicos. La matriz neoclásica de las
                carreras de economía es un claro ejemplo de la
                persistencia de ese ideario conservador. Los planes de
                estudios continúan siendo articulados alrededor del
                pensamiento neoliberal a pesar del fracaso mundial de
                esa cosmovisión.
La
                multiplicación de diversos espacios heterodoxos no
                alcanzó, hasta el momento, para torcer la orientación de
                esa disciplina.
A mediados
                del siglo pasado, la Comisión Económica para América
                Latina y el Caribe (Cepal) se constituyó en una
                institución pionera a la hora de abordar las
                problemáticas regionales con categorías de análisis
                propias. Los aportes posteriores de un conjunto de
                autores (Fernando Enrique Cardoso, Enzo Faletto,
                Theotonio Dos Santos, André Gunder Frank, Celso Furtado,
                Osvaldo Sunkel, Pedro Paz) sentarían las bases de otra
                escuela de pensamiento original: la “teoría de la
                dependencia”.
La década del
                noventa fue testigo de acelerados reacomodamientos en el
                discurso cepalino. Los trabajos de algunos economistas
                “neoestructuralistas” transitaron por carriles afines,
                con ciertos matices, a la lógica neoliberal. Por su
                parte, uno de los ideólogos dependentistas (Fernando
                Henrique Cardoso) se transformó en el ejecutor de los
                programas de ajuste brasileños.
Al inaugurar
                este año el Seminario sobre Neoestructuralismo y
                Economía Heterodoxa, la secretaria ejecutiva de la Cepal
                Alicia Bárcena sostuvo que “a medida que fracasaban los
                planes de ajuste ortodoxos del neoliberalismo y los
                heterodoxos del neoestructuralismo inicial, el
                neoestructuralismo comenzó a referirse cada vez más al
                pensamiento original de la Cepal”. La reactivación del
                pensamiento económico latinoamericano es una de las
                condiciones necesarias para sustentar un duradero cambio
                de época
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