‘El Banco del Sur debe volcarse hacia el desarrollo regional’
La integración financiera regional está en debate. El catedrático brasileño Theotonio Dos Santos comparte su visión sobre este proceso, así como el papel del Banco del Sur y la moneda virtual, el Sucre, cuyos convenios de ratificación en el Ecuador fueron aprobados por la Asamblea Nacional.
Usted habla de articular un desarrollo regional consistente. ¿Cómo deben contribuir los países de América Latina a este objetivo?
La región tiene que integrarse productivamente con voluntad. Esto implica desarrollar sectores y crear una base de infraestructura más fuerte. La infraestructura actual está volcada para afuera de la región para exportar, pero es necesario desarrollar una estructura interna que críe una relación entre países. La infraestructura energética, de caminos y de comunicaciones debe mirar hacia fuera. Sabemos lo que pasa en EE.UU. o Europa, pero no lo que ocurre en países vecinos.
¿Cómo se puede dar paso a estas nuevas infraestructuras para agilitar el comercio y la integración financiera?
Se necesitan recursos e instrumentos financieros. Uno de esos instrumentos puede ser el Banco del Sur, que debe actuar para el desarrollo de la región canalizando recursos. En América Latina hay un excedente financiero de USD 500 000 millones en reservas que los bancos centrales no dejan utilizar. Un 20% de esa cifra sería suficiente para facilitar comunicación, inversiones energéticas.... y dar un salto importante.
En la búsqueda de este desarrollo consistente, ¿cómo hay que enfrentar los desequilibrios entre las economías de la región?
En la medida en que los programas de financiamiento, los procesos de decisiones y de políticas concretas se organicen dentro de una perspectiva de desarrollo social, los desequilibrios en la región y en cada país disminuirán.
Usted habla del Banco del Sur como una herramienta de integración. ¿Cómo ocurre la aparición de la entidad y cuál es su papel en la actual coyuntura financiera internacional?
El Banco del Sur es el resultado de cambios políticos importantes en la región, del movimiento democrático de 1980 y 1990. Ese fue un período que creó condiciones para una participación popular más fuerte y generó una democracia más efectiva. Ahora el papel del banco es volcarse hacia el desarrollo de la región.
¿Cree que la aparición del Banco del Sur responde a intereses ideológicos?
Creo que hay una postura de utilizar el sistema financiero como instrumento de desarrollo social. Esto entra en choque con la política neoliberal y genera controversia.
¿Qué papel tienen los países de la región para consolidar el Banco del Sur?
Primero tienen que apoyarlo. Los bancos centrales, por ejemplo, no quieren colocar recursos en el Banco del Sur. Además, hay que decidir qué hacer con nuestras reservas. O se las entrega a organismos como el Fondo Monetario Internacional o se las utiliza para desarrollar la región.
¿Cómo se involucrará esta entidad con bloques comerciales como el Mercosur o la Comunidad Andina de Naciones?
El Banco del Sur puede convertirse en un instrumento técnico pensando en el desarrollo sostenible. Si funciona de manera técnica será un instrumento de integración financiera regional.
¿Cómo juzga la aparición del Sucre como una moneda virtual regional?
Servirá de manera contable, así como para crear una bolsa regional de productos como comodities, industriales, servicios... También puede servir como un factor de disciplina de la economía de la región y como factor de garantía en caso de superávits y déficits en las economías regionales.
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