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domingo, 11 de outubro de 2009

China, 60 aniversario: La fuerza del futuro, el peso del pasado

Abaixo posto um texto interessante sobre a China. Creio que vale a pena publicar mas é necessário chamar a atenção sobre a importância desta comemoração, que tem duas implicações importantes, contra a corrente triunfalista fracassada do neoliberalilsmo:

1 - O neo-liberalismo tentou apropiar-se do processo chinês e apresentá-lo como uma aplicação dos seus princípios. A posição atual do Partido Comunista chinês e do governo da China desmentem esta versão. Ela pretende que foi o pragmatismo com o qual este partido encarou as possibilidades de participação na economia mundial sem abandonar seus objetivos socialistas que permitiu o êxito desta política. É importante considerar as repetidas análises do ex-comandante do Federal Reserve Board dos Estados Unidos (Greenspan), que passou duas décadas "provando"que o crescimento da economia chinesa desmoronaria no próximo ano envolvido numa carreira inflacionária incontrolável.

2. É importante ver como os chineses continuan apoaindo-se historicamente na sua revolução e em Mao Tse Tung, reconhecendo seus erros, mas sobretudo seus acertos. HERDEIROS DO MARXISMO, os dirigentes do Partido Comunista chinês mostram a relação dialética entre continuidade e revolução, entre mudanças civilizatórias e desenvolvimento econômico. O século XXI não será o século de Adam Smith e sim de Karl Marx. Mas, o PC chinês se nega a apresentar-se como um modelo de socialismo à maneira stalinista. A Cada povo cabe encontrar os mecanismos para o seu desenvolvimento e para alcançar os níveis humanitários superiores que a socialização dos meios de produção permitirá.

China, 60 aniversario: La fuerza del futuro, el peso del pasado

Por Daniel Barrios-Enviado especial de "Caras y Caretas"

Se trataba del ultimo de los 3 grandes aniversarios decenales que le tenia reservado el 2009, cada cual asu manera constituían los mojones políticos, sociales e institucionales más significativos que jalonaron el sinuoso y contradictorio camino de la China moderna: los 20 años de los sucesos de Tiananmen, el 50 aniversario de la rebelión tibetana y la fuga del Dalia Lama al exilio y, dulces in fundu, el sexagésimo cumpleaños de la fundación de la Republica Popular China.

Aun no terminaban los festejos por el extraordinario éxito deportivo y político alcanzado en los Juegos Olímpicos, cuando Beijing, la capital del prodigio económico, ya comenzaba con los preparativos para su segundo gran acontecimiento del siglo XXI: la celebración de los 60 años, cuando desde los altos de la plaza Tiananmen, Mao Zedong anunciara el nacimiento de la China moderna y el triunfo ante la ocupación japonesa y la victoria contra los nacionalistas del Kuomintang en la guerra civil y el exilio del gobierno de Chiang Kai-Shek a Formosa (hoy Taiwan).

El arte civil y el militar

Bajo la dirección Zhan Yimou, el cineasta más laureado dentro y fuera de fronteras, creador de las más espectaculares ceremonias de inauguración y clausura de los Olimpíadas que se tenga memoria,, medio millón de voluntarios universitarios cuidadosamente seleccionados, jóvenes representando cada una de las 56 etnias y nacionalidades, 23 regiones , incluidas delegaciones de Hong Kong, Macao y Taiwán, iniciaron los ensayos de slas danzas alegóricas y las sincronizadas coreografías que un año después se transformarían en un fastuoso carnaval de 60 carroza, pletórico de simbología, despliegue tecnológico, expresión de sus distintas culturas, enormes pantallas digitales, e imponentes gigantografias homenajeando a los 4 próceres de la China post revolucionaria: Mao Zedong, Deng Xiaoping, Jian Zemin y Hu Jintao, jefe de estado y secretario general del Partido Comunista de China.

El 60 aniversario de la República Popular, fue precedido y exaltado con la producción de 30 películas sobre la historia de este país. La televisión oficial CCTV continuamente destaca que "se trata de un desfile sin precedentes de películas chinas, que representan el mayor logro en la producción y el arte de esta industria".

La más promocionada, "La Gran Razón de la Fundación de la Nueva China" se exhibe desde hace semanas en 4938 salas, y para Han Sanping, director general de la distribuidora estatal China, se trata del mayor reto de su carrera.

Al mismo tiempo que el ganador de los festivales de Cannes, Venecia y Berlín prometía "la más grandiosa fiesta de cumpleaños que haya visto el mundo hasta la fecha", el general Fang Fenghui, responsable de la parada militar, anunciaba que "el primer desfile del Día Nacional del nuevo siglo ofrecería un grandioso evento con características chinas, rico en estilo chino, alentador del espíritu nacional" destacando con inocultable orgullo el hecho que por primera vez el armamento que se mostraría es totalmente concebido y producido con tecnología propia.

"Será la demostración militar más imponente de nuestra historia militar" concluía con orgullo patriótico el alto oficial castrense, mientras que el Ministro de Defensa Liang Guanglie se ufana que" el ejercito chino ha realizado enormes progresos en su industria y equipamiento.

Prácticamente desde su creación las fuerzas armadas chinas , que aun son conocidas como el Ejercito Popular de Liberación, por su papel independendtista, dependió del armamento y la tecnología de la vieja Unión Soviética y de la nueva Rusia.

La fiesta inolvidable

Shanghai me recibe, los últimos días de setiembre, con todo tipo imaginable de señales, gestos y actividades de como el gigante asiático se prepara para su "fiesta inolvidable". Los diarios y noticieros de la televisión dedican paginas enteras y horas de transmisiones a promocionar los preparativos del aniversario y a exaltar los hitos fundamentales que marcaron las ultimas 6 décadas.

La calle Nanjing, conocida como la Quinta Avenida de Shanghai -por albergar las grandes marcas de la moda mundial-, es un mar de banderas rojas que apenas dejan entrever las lujosas vidrieras donde Armani, Dior, Rolex y Piaget, Luois Vuitton y Hermenegildo Zegna., Porsche, Mercedes, exponen sus ultimas creaciones y modelos.

Mi llegada a Beijing, la noche anterior a las celebraciones, también me dan una idea de la importancia excepcional de la fastuosa ceremonia que se apresta a celebrar.

En las paradas de autobuses,ingreso a las estaciones de metro, oficinas publicas, puertas de liceos y universidades una legión de voluntarios educadamente distribuyen algunas miles de las millones de publicaciones de "las 50 consignas de la nueva armonía" y los "43 himnos de las masas y el partido" que serán entonados con inusual entusiasmo patriótico no solo en Beijing sino en toda China que tampoco es ajena a la magna fecha.

Me informan que la organización movilizó un millón y medio entre soldados, voluntarios civiles, y participantes en el desfile, entre ellos miles de niños que invadieron el ingreso de la puerta del cielo dando cierre a una ceremonia de 2 horas y 26 minutos exactos de duración.

Las autoridades han extremado las medidas de seguridad y vigilancia. Los vuelos comerciales fueron suspendidos, el gobierno municipal llegó al extremo de prohibir la venta de cuchillos hasta mediados de octubre y las autoridades exhortan a no concurrir y a seguir el desfile por televisión para evitar manifestaciones fuera de las rigurosamente programadas.

China tal cual es

Para China esta fecha es la gran oportunidad de mostrarse a si misma y al mundo como lo que realmente se siente: el más logrado sincretismo de tradición y modernidad , la más connotada simbiosis de ideología y pragmatismo, de fuerza y creatividad, de poderío militar y superpotencia económica y tecnológica, de musculatura militar e inteligencia política.

Es precisamente esa China la que desfila ante las atentas miradas del presidente Hu Jintao, por primera vez vestido (en una ceremonia pública) con un traje oscuro de perfecto cuello Mao, de su antecesor y mentor Jian Zeming y los 8 miembros del Comite Ejecutivo del PCC, todos rigurosamente de pie en la Puerta de Tiananmen, la Puerta de la Paz Celestial, y de la imperial Ciudad prohibida, exactamente el mismo lugar desde donde 60 años atrás Mao Zedong proclamó el nacimiento de la China comunista.

Es también ese ejercito, -el que protagonizó la mitológica Larga Marcha que diera inicio a la gesta que hoy se celebra-, quien exhibe los modelos más recientes de misiles intercontinentales con capacidad nuclear, los cazas de ultima generación Jiang 10, son esas fuerzas armadas la que saluda a su jefe de estado y también presidente de la Comisión Militar Central , cuando pasa revista en una limusina negra a lo largo de la avenida de Changan, la que separa la ciudad prohibida de la plaza Tiananmen, la más grande del mundo con sus 880 metros de largo y 500 metros de ancho y una superficie de 440.000 metros cuadrados.

Es a su vez esa misma Cathay, - como la llamara Marco Polo en sus relatos a la región asiática que corresponden a lo que es hoy China- a la que se dirige su presidente cuando en su discurso de apenas 15 minutos, afirma orgulloso que "hoy, una China socialista que afronta el futuro está de pie, alta y firme" reivindicando de una sola vez dos de las más emblemáticas definiciones acuñadas por sus ilustres antecesores. "El socialismo con características chinas" como - con singular audacia ideológica - lo definiera Deng Xiaoping, y la famosa frase de Mao "el pueblo chino se ha puesto en pie". Cuando proclamara el triunfo del comunismo.

Es tambien la China moderna que hoy celebra su más importante y sentido natalicio, la que opta por dejar en un limbo político las trágicas consecuencias del "gran salto adelante" y la revolución cultural impulsadas por el Gran Timonel (""sus logros fueron superiores a sus errores" sentencia la historiografía oficial) y en cambio , reivindica al Mao fundador del partido comunista más grande) del mundo; y al mismo tiempo reconoce que, gracias a la valentía política y coraje pragmático de Deng, del "Pequeño gran timonel", fueron posibles las reformas , la apertura y la libertad de empresa. que ha generado el milagro económico y convertido al Imperio Celeste en la tercera economía del mundo, la única al mundo capaz de negociar de igual a igual con Estados Unidos y de cuya suerte depende hoy la del resto del mundo.

Dos mitades hacen una unidad

Resulta totalmente imposible explicarse la China actual sin entender que sus primeros 60 años se dividen en dos mitades pero forman una sola e indisoluble unidad.

La primera, son los años de Mao, los del líder de origen campesino, vencedor de una cruenta guerra civil y restaurador de la unidad del país y de la dignidad nacional.

La otra mitad es la China de Deng , el mismo que fuera purgado por el maoísmo por "burgués y reaccionario". Son las 3 décadas de la "segunda larga marcha", del verdadero salto adelante, el de la apertura al mundo, que multiplico por 14 su producto bruto y convirtió una sociedad campesina en la tercera economía del mundo, que en 30 años sacó 400 millones de habitantes de la pobreza, que hoy cuenta con la clase media más numerosa del mundo. La China que el año pasado contribuyó a casi un quinto del total del crecimiento de la economía del planeta, la que extiende su influencia económica y diplomática en África, Medio Oriente y América Latina.

Según la astrología China el seis y el sesenta son números especiales. El primero simboliza la continuidad y el segundo el cumplimiento de un ciclo importante de la vida. Es también eso lo que se reflejó' en este magno aniversario: la continuidad de un proceso (a pesar de sus contradicciones) y la culminación del periodo que para muchos , por su portada y proyección mundial, puede compararse a los tiempos de la dinastía. Qin quien hace 2300 años unificara por primera vez el Pais del Medio.

Es en eso que piensa Hu cuando categorizando ultimos 60 anios.afirma que "el desarrollo y el progreso de la Nueva China logrados en los últimos 60 años han demostrado que sólo el socialismo puede salvar a China y sólo la reforma y la apertura tienen la capacidad de asegurar el desarrollo de China, el socialismo y el Marxismo" reivindicando al partido único y un estado fuerte y centralizado.

Seguramente es lo mismo que piensa y siente un amigo, viejo militante del partido comunista de Shanghai , mientras admiramos uno de los mas grandes espectáculos pirotécnicos jamás realizado que clausuraron oficialmente la jornada de celebraciones: " no es el partido comunista el que pertenece a la nación, sino que es la nación la que pertenece al partido"

No solo "Beijing era una fiesta" parafraseando Hemingway

Toda China celebró actos conmemorativos, flores amarillas y rojas, los colores nacionales, engalanaban. parques y plazas rebosantes de símbolos patrios.

Los mismos colores con los que miles de luces iluminaron el Empire State Building, icono universal del capitalismo triunfante y de la supremacía indiscutida de los Estados Unidos durante el siglo XX. Un modo de rendir homenaje a su aliado-rival de ultra océano, una forma de reconocer que el que esta comenzando será sin dudas "el siglo del dragón".

"Que cien flores florezcan, que cien escuelas se confronten" decía el slogan de la revolución cultural de Mao. Medio siglo ha pasado, ahora son las luces del otrora edificio más alto del mundo las que florecen con los colores de la bandera a cinco estrellas y son dos modelos de país los que se confrontan por la hegemonía del planeta.


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Fonte da foto: site do jornal "O Estadão"

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